Vuelta a los orígenes


Penúltimo día del año pero últimas actuaciones de 2006. Anoche en la sala Siroco actuaron Tachenko y Deneuve, dos bandas que aparte de ser amigas también están entre nuestras favoritas.

En los aledaños de la sala nos encontramos al amigo Antonio Agredano, bajista de la banda cordobesa, quien ya nos anunciaba algunas novedades: una voz femenina es el penúltimo fichaje de Deneuve y presentarán un par de canciones nuevas. Ya hay disco en ciernes.

Cuando entramos la sala estaba realmente abarrotada, un poco insufrible, y dejando a mis acompañantes al fondo me sumergí en el mar de cuerpos ante el escenario para llegar hasta la primera fila. Atrás no se oye tan bien y, desde luego, no habría salido ni una foto.

Llegamos con la primera canción empezada (¡me cachis!), un tema nuevo, pero vimos lo suficiente para ver por dónde irán los próximos tiros de Deneuve. "Cielo Drive" es un tema que recuerda a "El amor visto desde el aire": un disco de pildoritas pop con toque dulce unas veces, toque amargo otras, y unas gotitas de mala leche de vez en cuando. "Volver al inicio" es el verso que abre ese tema y eso es lo que va a hacer Deneuve.

Tras la descarga de la adrenalina, la tensión y la rabia en "El adiós salvaje" -discazo en mi opinión, con canciones buenísimas como "Kindergarten", "El sabor de las cerezas", "Tesoro 25"...- vuelve la calma, vuelven las melodías frente a las descargas eléctricas.

En febrero se meten a grabar en Donosti con el insigne Iñaki de Lucas y con Pedro San Martín (bajista de La Buena Vida) a la producción. Pedro ya hizo los arreglos de cuerda en el anterior disco, si no recuerdo mal.

El resto del concierto se movió entras las canciones de sus discos propiamente dichos, puesto que siempre dicen que "Llueve revolución" es un medio disco. Ese trabajo es un proyecto en el que Deneuve puso música a poemas de autores cordobeses con gran acierto. De hecho, yo eché en falta que anoche tocaran algún tema de ese álbum, como "L'enfant terrible", "Llaves para una boca" o "Que me entierren en París".

"San Valentín", el hit que me los dio a conocer, la tocaron muy pronto. Fue la tercera del setlist.

Recuerdo cómo llegamos a conocer a Deneuve. Al poco tiempo de arrancar el programa, la banda se puso en contacto con nosotros para pedirnos una dirección donde mandar la maqueta. Mientras, nos dijeron, podríamos ir escuchando una canción a través de la sección de demos que auspicaba la web Muzikalia. Aquella canción era "San Valentín" y desde la primera escucha me quedé completamente enamorado de ese tema.

Al final nunca nos mandaron la maqueta porque en ese tiempo llegaron a un acuerdo con Grabaciones en el mar, de nuestro amigo Pedro Vizcaíno, y ya tuvimos que esperar al disco.

El encuentro personal se produjo una tarde en la Fnac, sentado en el suelo en primera fila, degustando las canciones de aquel primer álbum. Desde entonces, no nos hemos perdido ni un concierto de los que han dado en Madrid y la relación se ha ido estrechando, algo normal porque ¡son tan salaos!

Volviendo al concierto, "Saint Denis 3:0" fue el tema que más canturreó la gente, y poco antes habían estrenado otra de las nuevas canciones, "Para vosotras". Este tema se lo dedicaron al último fichaje de Deneuve -ya os dije que el penúltimo fue una corista. Ángel, el batería, ha sido padre recientemente de una niña, que pronto cederá el puesto de fan más joven a Gonzalo, el hijo que espera Rafa, guitarrista. ¡Enhorabuena a los dos!

Para el final del concierto reservaron una de mis canciones favoritas, "Kindergarten" -que les censuraron en una emisora de radio- y "Mejor mala que tonta", con un final totalmente destroyer -com dije antes, tienen sus gotitas de mala leche.

Grandes, Deneuve. En breve estoy por vuestra tierra y estoy deseando volver a ella en unos meses para degustar las nuevas canciones caminando junto a la mezquita, comiendo por la calle Juramento (¿es cierto que dicen que la puerta del infierno está en esa calle?) y conociendo a los churumbelitos de Ángel y Rafa (¿y los demás para cuándo?).

A reventar

Pues si ya no se podía pasar con Deneuve, cuando comenzó la actuación de Tachenko estábamos tan apretadicos que casi nos fusionamos todos en uno. El cuarteto zaragozano demostró de nuevo anoche que es uno de los grupos españoles más en forma del momento. ¡Qué directo más bueno!

Puede que no sea 100% objetivo, pero creo que cualquiera que los vea se dará cuenta que tocan fenomenal, los juegos vocales son magistrales y las canciones son redondas. Y si a eso le añades la simpatía, la gracia y lo buena gente que son, da como resultado una de las mejores bandas de España. Por supuesto esta es una opinión absolutamente personal y de alguien para quien El Niño Gusano fue mucho más que un grupo de pop. A lo mejor estos días hago una entrada hablando de ellos.

Tachenko también presentó un tema nuevo: "Hacia el huracán". Es una canción que viene a decir lo que le gusta tirarse al barro a Vinadé, según sus propias palabras. Esto de estrenar canciones nuevas no me gusta nada. Me hace pensar que hay disco nuevo dentro de poco y luego puede tardar nueve meses, como va a suceder con el disco de Deneuve.

Pero lo bueno siempre se hace esperar, así que esperemos.

Los mañicos interpretaron temas tanto de "Nieves y rescates" como de "Las jugadas imposibles", y también del ep "El tiempo en los Urales". La verdad es que cuanto más tiempo pasa, mejores me parecen sus canciones.

Y como el fútbol y la música van irremediablemente unidos, aunque a Carolina Pataleta no le entusiasme, si Deneuve tienen su canción futbolera -"Saint Denis 3-0"- Tachenko no se queda a trás y les dedicaron "1986". Pero no es la única futbolera que tienen, que también hablan de Arconada -¡qué grande!- en la canción que lleva su nombre por título. Y a lo mejor hasta les salen más, que seguro que ver a los D'Alessandro, Aimar o Diego Milito haciendo maravillas en La Romareda es motivo más que suficiente para la inspiración.

En el repertorio cayeron temas como "Amable", "Afganistán", "El coche real", "Dunas"... y en el bis regalaron un tema que no suelen ni siquiera ensayar: "Pulseras". Pero como era el último concierto del año, si salía mal se les perdonaba. Salió perfecta.

Fue una gran noche de actuaciones y una forma magnífica de cerrar el año.