jueves, diciembre 07, 2006

Jornada cantautoril


Ayer, jornada festiva, no tenía nada previsto y finalmente terminó convirtiéndose en un día de cantautores.

Nunca he sido muy aficionado a este género, entendiendo el término cantautor como referido a los clásicos cantautores, porque para mí Nacho Vegas, Julio de la Rosa, Sr. Chinarro y otros son también cantautores. El género cantautoril siempre me ha quedado bastante lejos y solo me gustaban algunas canciones de clásicos como Serrat, Aute, Sabina… pero las conocidas, las famosas, las de siempre.

Pero mi amiga Elena me está introduciendo en un mundo nuevo para mí, el universo del cantautor underground, cantautores que prácticamente no los conoce nadie y algunos me gustan mucho.

Ya hasta tengo mi cantautor favorito –aunque este sí es más conocido-, Carlos Chaouen. La verdad es que la producción de sus discos llega a ser un poco hortera pero las canciones son magistrales. Consigue ponerme el pelo de punta. Le he visto en el último año varias veces en directo: solo con su guitarra, con banda, solo acompañado de un piano, con fiebre, sin fiebre… y he alucinado siempre.

Otros dos cantautores que ocupan los siguientes cajones del podio son Luis Ramiro, que toca casi todos los meses en el Café Libertad, y Quique González, al que no he visto en directo más que una vez que subió a cantar en el concierto de Chaouen en el Teatro Calderón.

Y luego hay otros a los que hay que seguir la pista, como Joaquín Calderón –uno de los protagonistas de este post-, Manuel Cuesta, Rash o Marwan.

Nixon en concierto

En mitad de la anodina tarde de ayer decidí dirigir mis pasos hacia la Fnac de Callao, donde Nixon presentaba en acústico las canciones de su primer disco, “Es perfecta”. Para los que no lo sepan, Nixon es el proyecto en solitario de Fran Fernández de Australian Blonde y La Costa Brava.

Llegué con la actuación empezada y ¡menos mal que llegué! Los aledaños de la Fnac se habían convertido en un infierno, una orgía comercial donde cientos de miles de personas se aglutinaban viendo los escaparates, cargados de bolsas y arrollando a su paso al que se pusiera por delante.

Entre fintas y regates que ni el mismísimo Ronaldinho (lo siento, Cris, no pude evitarlo, pero será la única referencia futbolera en todo el post) logré alcanzar la puerta del centro comercial.

Cuando entré en el Forum de la Fnac estaba a rebosar. Me senté en el suelo junto a la pared, eso sí, en primerísima fila y pude comprobar con sorpresa que el público que sigue a Nixon tiene una edad media bastante alta. Es curioso qué tipo de gente va a un concierto solo porque es gratis. Claro, andarían haciendo sus compras, viendo las luces de Cortilandia, etc, y se encontraron un rinconcito tranquilo con sillas, donde descansar disfrutando de la actuación de un tipo con barba… o echando una cabezadita, según el caso.

Como digo, llegué con la actuación empezada y justo en el momento en el que Fran rompía una cuerda de su guitarra y hacía un pequeño parón para cambiarla. Luego siguió con su concierto.


Estaba él solo con su guitarra acústica y tenía previsto tocar el disco entero como podéis ver aquí, en el playlist que preparó, pero no puedo saber si fue así puesto que me perdí el inicio. Lo más probable es que tuviera que descartar algún tema por el tiempo empleado en cambiar la cuerda rota.

Las canciones siguen una línea melancólica, nostálgica, de recuerdos de playa, sol y chicas bonitas, y alguna me pareció muy chula. Tiene buena pinta. Cerró el concierto con “Elígeme a mí”, un tema que tiene todo el aroma de ser el single, si es que hay single, claro. Esa canción me gustó muchísimo, pero también “Banderas rojas” o “En la playa de los muertos”.

Por cierto, el martes grabamos una entrevista con acústico con Fran. Mi intención es que charlemos durante un buen rato, porque llevo persiguiéndole desde el último disco de Australian Blonde y hay un montón de temas para hablar: las canciones de amor y gratitud, la retirada de Zidane y la llegada de Capello (oops, vaya, otra vez el fútbol), los conciertos en Alemania, Nixon, La Costa Brava, la universidad…

No change, understand


Por la noche no pensaba hacer nada pero al final acompañé a Elena a un concierto de Joaquín Calderón. Al menos, eso me dijo ella. En verdad el concierto era de Javier Ruibal y Joaquín era el telonero.

La cita era en La Boca del Lobo, un local que yo no conocía y que creo que no volveré a pisar. El concierto estaba anunciado a las 22.30 y nosotros llegamos allí un poco antes de las 22.00. Ya había gente haciendo cola, así que nos pusimos. Al rato salió el responsable de la sala y al preguntarle que si podíamos comprar las entradas –ya habían pasado las 22.00 y se acercaba la hora anunciada de la actuación- nos contestó que no, que debíamos esperar más porque ¡no tenían el taco de entradas!. A media hora de abrir, la sala no tenían los tickets para ponerlos a la venta. Inaudito.

Pues así estuvimos cerca de una hora, en la noche fría de Madrid, esperando y viendo cómo la cola se hacía cada vez más grande. Finalmente, casi a las 23.00 llegó un tipo que era el que traía las entradas. Qué falta de organización y profesionalidad. Menos mal que el público cantautoril es civilizado y aunque los nervios se iban crispando paulatinamente, no se oyó una voz más alta que otra.

Logramos entrar y nos pusimos en primera fila. La Boca del Lobo es un local pequeño con un espacio delante del escenario para unas 80 personas, como el Café La Palma, más o menos. Sin embargo, el aforo es mayor –ronda las 150 personas- porque los que no pueden colocarse delante del escenario creo que pueden ver las actuaciones en la planta de arriba a través de un televisor. Y digo yo, ¿si voy a ver el concierto a través de una tele no debería pasar gratis? O por lo menos la entrada debería ser más barata. Como en los toros, si estás en barrera cuesta más dinero, ¿no?

Y luego a la salida, todos como ovejas en fila de a uno, subiendo por las estrechas escaleras e intentando evitar a la gente que empezaba a entrar para tomarse sus copas. Señores, ¿pero no es mejor dejar salir primero a los que han ido solo al concierto y cuando la sala ya esté medio vacía que entre la gente? Pues aquí no.

Ve y dile

En fin, voy a hablar del concierto, porque lo de la sala me tiene frito. Salió Javier Ruibal a presentar a su telonero, al que, por lo visto ayer, admira mucho. Joaquín Calderón es un cantautor sevillano, guitarrista y magnífico violinista. Interpretó las canciones de su primer disco “Anfibiótico”. Tiene canciones muy chulas, contenidas unas y desgarradoras otras, con una voz que puede entonar suavemente y susurrar con dulzura o romperse en los momentos más álgidos y entrar hasta las entrañas de los presentes.

Ruibal subió a compartir escenario en la última canción del repertorio de Joaquín, “Ve y dile”, en un dueto que quedó la mar de bien. Luego Joaquín hizo lo propio en el inicio de la actuación de Ruibal.

Como decía al principio, yo no estoy muy inmerso en esto del mundo cantautoril y no conocía a Javier Ruibal más que de nombre. Ayer se ganó un adepto. Es buenísimo y tiene unas canciones fantásticas.

Abrió el concierto con “Y la noche afuera” acompañado por Joaquín al violín, para luego quedarse solo con su guitarra durante un par de temas, enfrentándose al chorro del aire acondicionado que disparaba directamente sobre nuestras cabezas y su garganta. Solución: sentarse en un taburete más alto y así evitar el malicioso aire frío.

Luego subieron a tocar con él un bajista y su hijo en la percusión. Ambos son unos músicos buenísimos y le dieron otro cariz a la actuación, que se movió de la habanera a la bulería con un ritmo, una gracia, una sencillez y un arte geniales.

De los temas que tocó anoche me quedo con “Habana mía”, “Tráeme canciones”, “Aurora”, “Ratones” y la de Brooklyn, que no sé cómo se llama.

En la recta final, Joaquín Calderón volvió a subirse al escenario para unirse al trío y terminar poniendo un broche de oro al concierto con su violín.

El concierto estaba encuadrado en un ciclo organizado por la Comunidad de Madrid bajo el nombre genérico de “Aternativas en concierto”. Esta noche repiten en el Café Libertad, ocasión inmejorable para disfrutar de estos autores en un local pequeño. “Nunca os he sentido tan cerca”, aseveró Ruibal y es que estábamos pegados. De hecho, solicitó la colaboración de un servidor para colocarle el micro bien y Elena le echó un cable con su monitor.

Otras fechas de Ruibal próximamente son:
  • 09-12-2006 Guadarrama (Madrid), Sala Reciclaje
  • 27-12-2006 Las Palmas de Gran Canaria, Auditorio de CICA
  • 28-12-2006 Barcelona, Palau de la Música Catalana
  • 19-01-2007 Cádiz, Sala Central Lechera
  • 20-01-2007 Cádiz, Sala Central Lechera
  • 26-01-2007 Ermua (Vizcaya), sala por confirmar
  • 27-01-2007 Salvatierra (Álava), sala por confirmar
  • 24-02-2007 Hospitalet (Barcelona), Teatro Joventut
  • 10-03-2007 Vilanova i la Geltrú (Barcelona), sala por confirmar
  • 23-03-2007 Ceutí (Murcia), Auditorio Municipal
Por cierto, el concierto terminó sobre la 1.15 y cuando llegué a casa estaban poniendo en La 2 "Bienvenido Mr. Marshall". ¿Por qué siempre ponen las pelis buenas a horas tan intempestivas?

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