Concretamente, el 20 de octubre de 1988. En aquella fecha los madrileños Nacha Pop daban su penúltimo concierto hasta la fecha. Sí, penúltimo, porque la banda encabezada por Antonio Vega y Nacho García Vega han sido los últimos en anunciar que vuelven.
A pesar de que, como suele ocurrir en estos casos, la vida les ha llevado por derroteros muy diferentes desde entonces (Nacho no triunfó con su proyecto Rico e incluso probó suerte como presentador televisivo mientras que Antonio sí ha gozado del calor del público en su posterior carrera en solitario por momentos autodestructiva), parece que ahora, casi 20 años después y tras alguna aparición puntual como la del pasado enero en El Sol con motivo del aniversario de la Movida, ha llegado el momento de decir aquello de "pelillos a la mar".
Es curioso esto de los regresos. De un tiempo a esta parte no paran de surgir reuniones de viejos héroes musicales que creen que sus días de gloria pasados aún pueden tener un gran colofón en el nuevo siglo, para regocijo de los que les vieron entonces y deleite con un punto necrófilo para quienes no lo hicieron.
Como si de una especie de epidemia se tratara, son muchas las bandas que en los últimos tiempos se han apuntado a recuperar el tiempo perdido: Surfin' Bichos o Héroes del Silencio en el ámbito nacional o The Police, The Smashing Pumpkins, The Jesus & Mary Chain o James, por citar nombres de fuera que nos visitarán a lo largo de este 2007, son clara muestra de ello.
Me pregunto si dentro de algún siglo, gracias a los avances en ingeniería genética o a la invención de alguna máquina del tiempo, será posible ampliar el abanico de posibilidades y disfrutar de nuevo con un John Lennon o un Elvis Presley sobre el escenario. Si no tal vez, como ocurre en Futurama, siempre se podrá conservar la cabeza de Beck para las generaciones venideras. Y es que, tarde o temprano, todo vuelve a estar de moda.
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