miércoles, mayo 16, 2007

De vuelta al campus


Artista. Así es como definió el socio Villoslada a Deluxe tras el concierto que ofreció este martes en el Universimad, ese aperitivo que cada año organiza Festimad en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid y Radio 3. Fue nuestro primer concierto del día, dentro del horario del programa Bulevar, que dirige nuestro colega de la emisora pública Chema Rey.

A las 12.00, bajo un solo de justicia, comenzaba Bulevar y, por ende, el concierto de Deluxe. Arrancaba con “Simone”, uno de los temas que aparecen en “Fin de un viaje infinito”, su último trabajo que supone el salto de este artista gallego afincado en Madrid a una multinacional. Es difícil calcular a ojo en un recinto tan grande y abierto el público asistente, pero nos atrevemos a decir que andaría entre las 1.000 y 1.500 personas como mínimo, entre las que se encontraban ilustres como Amaral o nuestro amigo Mariano Gascón, quien fuera uno de los responsables de aquella magnífica iniciativa llamada Conciertos Únicos.

Los 60 minutos que duró la actuación dieron para mucho. En primer lugar, sirvieron para comprobar una vez más que Deluxe es de los mejores artistas en directo que tenemos en España. A sus dotes de guitarristas se les une una voz magnífica y un halo de carisma que va creciendo año tras año.


El concierto tuvo un sonido muy bueno y es que Xoel se ha sabido rodear de un elenco de músicos sobresalientes. Sonaron muy compactos, muy bien conjuntados y compenetrados. Tenía especial curiosidad por ver cómo se trasladaban los arreglos de viento al directo y lo cierto es que la sección de metales –trompeta y saxo- redondeaba las canciones y lograba darle un brillo especial.

El repertorio, íntegramente en castellano. Ha caído prácticamente todo el disco, si no todo, y alguna canción de discos anteriores, como por ejemplo “Que no” y “Extraña habitación”. Nada de “Not what you have though”, tal y como nos anunció en la entrevista que grabamos hace un par de semanas en su casa y que emitiremos el próximo viernes.

Incluso cuando hace una versión se permite hacer la adaptación del castellano, como esa versión del "So alive!" de Ryan Adams (quien la escuchó personalmente y dio su autorización para que se hiciera) que con el título de “Mejor” sirvió para cerrar el concierto.

Una de cal y otra de arena


Por la tarde volvimos al campus de la Universidad Complutense de Madrid para ver a Germán Coppini y a Babasónicos, donde me encontré con los amigos de Jugoplastika. Coppini actuó en el tiempo de Diario Pop durante media hora, después del concierto de los madrileños Seine, a los que no llegamos a tiempo de ver.

Si por la mañana Deluxe había disfrutado de un sonido magnífico, la suerte se volvió adversa para el ex componente de Golpes Bajos, que sufrió lo indecible durante su actuación para intentar oírse algo.

Lo malo de los festivales es que siempre tiras los primeros quince minutos para ajustar sonido y cuando el concierto solo dura 30 supone tirar medio concierto. Y eso es lo que pasó durante la actuación de Coppini.

En el escenario había una bola tremenda, según fuentes que pudieron ver parte del concierto desde arriba, lo que impedía que los músicos se pudieran escuchar.

Y fuera el sonido era horrible. No sé en qué estaría pensando el técnico de sonido, pero en la primera canción me puse en primera fila para poder sacar las fotografías que ilustran este post y la guitarra solo la escuchaba por el Marshall del escenario.

Según avanzaba el concierto el sonido fue mejorando pero lo cierto es que nunca llegó a quitar el regusto de mal concierto que vimos, y no por los músicos. Por cierto, a Coppini le acompañaron en el escenario Miguel Rivera y Javier Vega, de Maga, a la guitarra y al bajo, y el batería de Sr. Chinarro (del que nunca recuerdo el nombre, lo siento…).

A pesar del mal sonido, los fans de Golpes Bajos que se dieron cita no desaprovecharon la ocasión para corear sus temas favoritos. En el repertorio, un doble guiño a Maga: “Trampa en la boca”, el tema del último disco de los sevillanos en el que pone la voz Germán, y “No mires a los ojos de la gente”, pero en la versión de Maga, eso sí, con la voz de Germán.

Tras ellos pudimos ver el rock argentino de los Babasónicos en el tiempo de El Ambigú. La diferencia de sonido fue abismal, no en vano trajeron hasta seis técnicos propios. Y la cosa fue bien. Actitud e imagen completamente de viejos rockeros, sorprende ver a un grupo que en Argentina llena la Bombonera actuar ante unos 2.000 espectadores.

Los Babasónicos dieron un recital de auténtico rock argentino ante un público que fue entrando en calor (más aún) según pasaban los minutos y terminó bailando y saltando al son que marcaban los charrúas.

Estoy convencido de que con una promoción buena, este grupo podría llegar a ser un grupo de grandes masas también en España.

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