
La primera jornada completa de festival trajo sudor, circo, "enfants" terribles, viejas glorias, caramelos pop pero, sobre todas las cosas, montañas de ruido y distorsión, de las que fueron culpables una de las bandas más esperadas este año. Pero mejor vayamos por orden de actuaciones.
Fue una pena no llegar para ver la propuesta de The Rumble Strips, ya que por lo que se podía apreciar desde la lejanía la cosa pintaba muy bien. Sin embargo había que elegir y la decisión fue pasarse por el Fib Club para ver a El Columpio Asesino.

Además del single repasaron otros temas del último trabajo como "Un arpón de grillos" o "La marca en nuestra frente es la de Caín", a cual mejor. El vistazo atrás llegó con "Lucas 44-48", "Edad legal" o la impresionante "Floto" (todas ellas del segundo largo del grupo) y recuperaron del debut otras como "Your mind is dead", "Ye ye yee" o su particular "Vamos" de los Pixies. En fin, grupazo, de los que compensan llegar al recinto aún con toda la solanera cayendo.
Tras ellos dirigimos los pasos a la carpa Fiberfib.com para ver la propuesta de South San Gabriel. Sonido americano, lo cual no falta en ningún FIB, pero esta vez demasiado lánguido y con temas que no pasaban de ser correctos. La decisión fue encaminarse para el Escenario Verde, tras un breve paso por el directo de Metronomy y su electrónica (demasiado) futurista.

Del segundo, "Shotter's nation", destacaron "Delivery" o "You talk" y hubo también momento para mejores (o peores, tratándose de Doherty nunca se sabe) tiempos pasados a la hora de recordar incluso algún tema de The Libertines (si no me falla la memoria el elegido fue "Boys in the band"). Entretenido pero lo justo el directo de los británicos.
Viendo que las opciones de ver en buenas condiciones a Fujiya & Miyagi eran escasas dado lo concurrido de la carpa donde tocaban, los siguientes minutos fueron repartidos entre New York Dolls (más pop que rock y con un cantante calcado a Mick Jagger aunque a la mitad de revoluciones), Hot Chip (música al estilo !!! y con llenazo también de público) y Spiritualized (solo vimos el comienzo, pero no hubiera importado quedarse al resto de un directo que auguraba subidones de adrenalina).

Voces susurradas, actitud estática, cero miradas entre ellos, proyecciones coloristas y lisérgicas y, sobre todo, los momentos más ruidosos brindados hasta ahora por banda alguna en el FIB (en empate técnico con Mogwai en 2001) cuando intercalaron casi diez minutos de distorsión salvaje dentro de "Soon", la última en caer. No recuerdo haber asistido a nada igual en mi vida, con esas guitarras que taladraban sin piedad a la concurrencia, que permanecía entre extasiada y escandalizada. Un auténtico agujero negro de ruido bien entendido el que nos brindaron My Bloody Valentine.

Divertido y ameno, el directo de Guille Milkyway sigue dejando momentos de desenfreno electrónico como "Superguay", "Cerca de Shibuya" o las más recientes "Chicos malos" y "Esta noche sólo cantan para mí", junto a pasajes intimistas al piano como "El momento más feliz" o "Como un fan". Aunque el clímax de la actuación llegó con la versión de "Love is in the air": allí no quedó nadie que no se pusiera a dar botes en el estribillo.

Tuvimos ocasión de escuchar las más conocidas de su último trabajo, como la que da título al mismo, "Overpowered" o la pegadiza "You know me better". Electrónica, no de la que se baila desenfrenadamente, sino de la que se paladea, y con un reverso bastante oscuro.

El escenario simulaba una carpa circense y por allí desfilaron mujeres gigantes, cabezudos, payasos, vedettes y un mago que lo organizaba todo y que no era otro que el propio Mika. Musicalmente lo mejor fueron las dos canciones más conocidas que tiene: "Relax (Take it easy)", encargada de abrir, y en la recta final su éxito "Grace Kelly".
Eso sí, regalazo de versión en forma del "Just can't get enough" de Depeche Mode. Y como nos sentimos volver a la infancia, decidimos que ya era suficiente para ese día y fue el momento de decir "hasta mañana FIB" e irse a dormir como niños buenos.
1 comentario:
Tiempo sin pasar por aquí. Yo estuve en la versión madrileña y voy a destacar el momentazo final de My Bloody Valentine, con el ruidaco metiéndoseste por todas partes... increible!Vaya final de concierto. Lo mejor es que había poquita gente y sin agobios.
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