
Esa es la expresión que nos salía de la boca al terminar la primera jornada del Rock in Rio con una actuación realmente sublime del señor Neil Young. El concierto ofrecido por el canadiense fue realmente espectacular, una auténtica oda al rock y puro sentimiento.
Las 50.000 personas que se congregaron ante el escenario Mundo del festival brasileño que por primera vez se celebra en España disfrutaron de lo lindo ante la magia que salía de la guitarra de Neil Young convirtiendo los sentimiendos en notas musicales.

El bueno de Neil repasó toda su discografía, desde "Cinnamon girl" hasta hasta "Spirit Road". Así, cayeron temas como "Heart of gold", "Too far gone", "Get back to the country" o "Words", que ponía el punto final a la primera parte de un concierto realmente grandioso, donde el desarrollo de los temas -alargando algunos hasta los quince minutos aproximadamente, hacía llegar al éxtasis a más de uno.
Para el bis reservó un gran "No hidden path" pero no tuvo más remedio que volver a salir al escenario para hacer un rebis único, una versión del "A day in a life" de The Beatles, con un sonido absolutamente americano y que concluyó con Neil cogiendo el teléfono rojo después de haber roto alguna que otra cuerda de su guitarra.

Y es que una cosa hay que agradecer a la organización y es el gran cuidado en la selección del equipo, el diseño de los escenario y, en definitiva, el recinto que han llamado la Ciudad del Rock, un espacio pensado para estas actividades y que, si no fuera por la ausencia total de sombras, sería casi perfecto para la celebración de un festival.
The Right Ons sonaron absolutamente contundentes, dando argumentos al apellido rockero del festival y consiguiendo que, a las 19.00 y con un sol de justicia, la gente se levantara y bailara sin parar. Y ellos lo agradecieron con un regalito: al final del concierto lanzaron maracas para que el público les ayudara con las últimas canciones -servidor pilló la primera al vuelo y con la izquierda, pero luego se perdió en la noche... y es que la noche me confunde, ya saben-.


El artista español de la noche fue Manolo García, que logró congregar a miles de personas ante el escenario Mundo para presentar las canciones de su nuevo trabajo, "Saldremos a la lluvia". La actuación del catalán fue sobresaliente, metiéndose al público en el bolsillo desde el minuto uno con "Provincia de río negro".

Y enfilando el final del concierto, Manolo García se dio todo un baño de multitudes cuando bajó a recorrer a la carrera toda la zona del público. Concluyó con "A San Fernando", en una versión que terminaba, según palabras de nuestro colega Gallardo, "como Layabouts".
Lo peor ya ha pasado

Tras ellos unos aburridísimos Mando Diao hicieron las delicias de los super fan mientras los demás observábamos cómo alguno de los suecos que se había despojado de la camiseta ante el sol de justicia que caía a esas horas iba cambiando de color blanco nieve a rojo cangrejo. Poco más que añadir a su actuación.


Terminadas las pizzas nos marchamos y escuchamos el final de la noche a través de la emisora oficial del festival, Cadena 100. Madre mía con los comentaristas... vaya retransmisión, pa mear y no echar gota. Casi tan mala como la de TVE...
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