FIB - Sábado: Arroz, despedida y electrónica
Por primera vez desde que se instauró, este año nos quedamos sin el ecuador deportivo del FIB, el clásico partido entre prensa y artistas en el Polideportivo Municipal de Benicassim. El motivo, el cambio algo apresurado de la ONG colaboradora del festival (Ayuda en Acción tomó el relevo de Intermón Oxfam), entidad encargada también de esta cita futbolera. Pero que los amantes del balón que no se preocupen, que en 2011 volverá este encuentro benéfico.
Así que en vez de soltar piernas y correr por la banda, la jornada sabatina tuvo como primer punto memorable el (también tradicional, por otro lado) arroz del restaurante del Desierto de las Palmas. La amabilidad de sus responsables y las privilegiadas vistas desde sus ventanales hacen de esta cita todo un placer para los sentidos. Y, por supuesto, el arroz, como siempre, delicioso.
Con las fuerzas repuestas, en unas horas nos vimos de nuevo en el recinto festivalero. Esta vez, estrenamos jornada con los norirlandeses Ash. Su trayectoria, algo irregular, no ha permitido que tengan la condición de estrellas, lo que demuestra la temprana comparecencia en el horario.
Hace tiempo también que Charlotte Hatherley no les acompaña, como la última vez que les vimos en el FIB, pero no faltó un cuarto refuerzo, con gran parecido a uno de los componentes de Bloc Party. Tanto, que era efectivamente Russell Lissack (el del flequillo que le tapa la cara), que últimamente completa la formación del trío en directo.
Del repertorio, mucho clásico como "Shining light", "Oh yeah" o "Kung Fu". En la parte final descubrimos lo resultón que queda uno de los singles de su última etapa, "Return of white rabbit", y que el "Burn baby burn" sigue siendo un pelotazo para cerrar conciertos. Y, por supuesto, no se olvidaron del tema que les dio a conocer a mediados de los 90: "Girl from Mars". No se lo quiso perder nadie, incluido el fíber en parapente, otro que no falla ninguna edición.
Un sonido no muy lejano al de los de Downpatrick es el que proponen The Cribs, el siguiente directo del día. El trío de hermanos actúo también con un refuerzo, aunque este caso de mayor de lujo: el que fuera guitarrista de The Smiths, Johnny Marr. Aunque con más tirón en su Inglaterra natal, sus canciones merecen una oportunidad y en directo ganan agresividad, como los casos de su primer tema exitoso, "Mirror kisses", o de "Men's needs" (aquí de cerca y a continuación con la perspectiva del ambiente desde el público, con las primeras filas entregadísimas):
Como ocurriera en 2006 con Madness, el ska y los ritmos caribeños se adueñaron por unos minutos de Benicassim con otra banda referente de este movimiento: The Specials. Buen rollo y propuesta interracial a raudales, con clásicos instantáneos como este "A message to you Rudy".
Pero les dejamos sin rematar la faena porque ya había llegado uno de los momentos más emotivos de la noche y del festival: la despedida de los toledanos The Sunday Drivers. Ya lo habían anunciado con anterioridad: el de Benicassim sería su último concierto. Y el adiós fue a lo grande, tanto en duración como en intensidad y respuesta del público que llenaba la explanada del escenario Fiberfib.com. El repertorio fue prácticamente el de los últimos conciertos de la gira y no faltaron en varios momentos los agradecimientos sentidos por parte de Jero y compañía a todos los que les han apoyado en este tiempo.
Y si hay que elegir un momento culminante, sería "Little heart attacks" y su final multitudinario, lleno de amigos sobre el escenario, demostrando lo queridos que han sido y lo que se les va a echar de menos.
Hasta fenómeno extraño tuvo la actuación de Sunday Drivers, ya que nada más terminar vimos desplazarse por el cielo un objeto propulsado por lo que podría ser una llama que en seguida se apagó. Digno de ser comentado en el programa de Iker Jiménez (¿alguien más lo vio?).
Para reponer fuerzas de tanta emotividad la opción elegida fue el concierto de Pil, con algunas dudas previas del estado en el que nos íbamos a encontrar al proyecto del ex Sex Pistols, John Lydon. Y la incertidumbre se despejó para bien, con una propuesta sólida, intensa y que disfrutamos unos poquitos (cosa que 'Johnny Rotten' nos agradeció, por saber de música, estar acompañándole y no haber optado por el escenario grande).
Y es que a esa misma hora ya había comenzado la actuación del cabeza de cartel de la noche: The Prodigy que, como se esperaba, convirtieron los alrededores del escenario Verde en una inmensa 'rave'. Y tuvimos oportunidad de comprobarlo con trallazos como "Firestarter", "Smack my bitch up" o "Voodoo people".
Aún embrutecidos por la energía en directo que desprenden The Prodigy, la velada nos conduciría aún por algún momento memorable. Especialmente con Cut Copy. Los australianos desprenden elegancia en sus canciones electrónicas (y en sus camisas para la ocasión) y en directo suenan como auténticos rompepistas temas como "Lights and music", "Hearts on fire" o "Feel the love" (que suena como si Suede hubieran descubierto en su día las posibilidades de la música de baile).
En similares coordenadas aunque con mayor repercusión se mueven los británicos Klaxons, que se presentaron ataviados con túnicas retrofuturistas. Su primer disco fue una buena colección de singles y el segundo se está haciendo de rogar, aunque ya se ve que lo tienen todo cerrado compositivamente, al ver la cantidad de nuevas canciones que presentaron en su directo, como es el caso del nuevo single, "Echoes". En una primera escucha, parece que no estarán a la altura de la inmediatez de las de su debut. Por eso, las triunfadoras de la noche fueron temas como "Golden skans", el bis arrollador "Atlantis to interzone" o "It´s not over yet".
Con ellos pusimos el punto final al sábado, en espera de un domingo que nos traería el mejor concierto del festival, con permiso de directos históricos como el de Sunday Drivers.
No hay comentarios:
Publicar un comentario