Orgullo británico
Durante este fin de semana se ha celebrado en tierras británicas el festival de Glastonbury, paradigma y auténtico santuario de peregrinación para los devotos de eventos de estas características que tienen lugar a lo largo y ancho de Europa.
Como acontecimiento sobredimensionado que es, allí todo sucede a lo grande, hasta el parte de incidencias. Este año las lluvias han debido de ser más copiosas de lo habitual, lo que ha provocado unos 1.200 heridos leves como consecuencia de los aguaceros y de las malas condiciones del terreno.
Algunas de estas imágenes hacen rememorar con cariño aquel Benicassim del 97, donde una mezcla de tifón y tormenta tropical desarmaba el escenario principal y obligaba a cancelar los conciertos. Aunque mucha gracia tampoco es que hiciera, sobre todo para los que al volver al cámping encontraban que su tienda y pertenencias habían sido arrastradas barranco abajo por el torrente de lodazal.
Pero para susto el de la artista galesa Shirley Bassey, que por poco no lo cuenta. Tras su actuación en este Glastonbury, el piloto del helicóptero en el que viajaba se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia, del que afortunadamente ha salido ilesa.
¿Y en lo musical qué? Pues como lamentablemente no hemos podido desplazarnos hasta allí y a espera de que nos lleguen comentarios de primera mano sobre tan magno acontecimiento, parece que el pódium de triunfadores de este año es el formado por Arctic Monkeys, The Killers y Bjork, ahí es nada.
2 comentarios:
Dentro de poco tendremos el mismo número de heridos en el FIB, que cada año degenera más.
Hombre, teniendo en cuenta que el millar de heridos ha sido por las lluvias... Con que no llueva de esa manera será suficiente.
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