Sr. Chinarro y parecidos razonables

Me pareció increíble lo que hizo Sr. Chinarro el sábado en el Neu! Club (lo que de domingo a viernes se llama Sala Galileo). Con Jet tocando en La Riviera, Sean Lennon en la Sala Heineken, Devastations en Moby Dick, Sr. Chinarro abarrotó la sala. Allí no cabía ni un alfiler, y eso que los sábados quitan las mesas que habitualmente pueblan la planta baja de Galileo.

En los prolegómenos del concierto lo comentaba con Marcos, responsable de Mushroom Pillow. Para este concierto se habían agotado las entradas anticipadas y en su último concierto en El Sol apenas habría unas 150 o 200 personas.

Me alegro un montón por Antonio Luque, porque aparte de que su música me gusta desde siempre, me cayó fenomenal el día que le conocí. Me pareció un gran tipo, no solo por lo alto que es, y no es tan sieso como él mismo predica.

Antes de la actuación de Sr. Chinarro estuvieron los Midi Puro primero y Xabel Vegas después.

Los Midi Puro son un grupo sevillano cuya maqueta ha sido producida por El Productor Sieso (Antonio Luque) y que va en la misma cuerda que Sr. Chinarro. Quizás las letras sean más afines al anterior Sr. Chinarro que al actual, pero en mi opinión son demasiado parecidos. La verdad es que uno cerraba los ojos y si no fuera por el timbre de voz, se podía pensar que estaba viendo a Chinarro.

Es curioso que un artista tan personal como Luque vaya creando escuela. ¡Olé!

Y si los primeros en subirse al escenario se parecen en demasía a Sr. Chinarro, Xabel Vegas es casi una copia perfecta de su hermano Nacho. Y ya no es solo el parecido físico, es que lo que hace es exactamente igual. Salió él solo con su guitarra acústica a tocar una serie de canciones dramáticas y melancólicas al más puro estilo Nacho Vegas. Pero es que los quiebros de la voz, las entonaciones, todo, era exactamente igual que Nacho Vegas. Y como en la voz también se parecen mucho, eso sí que era como estar escuchando a Nacho. Hubo quien dijo que aquello le parecía casi “un fraude”, como llegué a escuhar.

Yo creo que, o cambia mucho este chico, o nunca pasará de ser el hermano de Nacho Vegas.

La personalidad entra en escena

Pasadas las 22.30 salió al escenario el artista con personalidad propia de la noche. Sr. Chinarro, enfundado en una camisa roja en contraste con los polos negros que lucían sus compañeros de banda, repasó fundamentalmente sus dos últimos discos, con los que la gente se volvía loca, pero también echó alguna miradilla a discos pasados (ahí quedó “Quiromántico”, por ejemplo).

Parece que algo que no puede fallar en los conciertos de Sr. Chinarro son los problemas técnicos. No recuerdo ni un solo concierto de Chinarro al que haya ido en el que no haya pasado nada. Anoche primero falló el micro del bombo y después pasó algo con el ampli de Jordi. Pero todo fue correctamente subsanado.

“La canción de GG. Penningstone”, dedicada a su hijo Guillermo, fue una de las más aplaudidas cuando la tocó, en la primera mitad del concierto, pero lo que me sorprendió muchísimo fue la reacción de la gente con temas como “La Gitana”. Me resulta curioso ver que si viene de Duquende o Manzanita, por ejemplo, no, pero si el flamenco viene de Sr. Chinarro le gusta a todo el mundo y la gente se vuelve loca.

Para los bises, Luque se cambió la camisa y se puso otra negra, a juego con “Los Por Fin”, como llama a su banda.

El concierto se cerró con “El rayo verde”, que tiene pinta de convertirse en el himno de Sr. Chinarro, por tal y como la recibió la audiencia.

No quiero terminar este post sin hace mención de la banda que acompaña a Luque en los últimos tiempos. Ya les habíamos visto en otros conciertos demostrar que son músicos de gran solvencia, pero ayer me di cuenta de lo buenos que son verdaderamente. Especialmente Jordi Gil en la guitarra. A Javier Vega ya le conocemos todos (lo siento, pero no recuerdo el nombre del batería), pero Jordi me pareció muy bueno.

En resumen, conciertazo de Chinarro, contento ante el lleno y tras el empate del Betis en el Bernabeu. No se pierdan su directo en las próximas fechas y festivales.