Agosto. NY. Gratis.
Con Aloe Blacc.
Y !!!
¡Felices Fiestas!
La Hora de Xavi y Pac fue un programa de radio. Ahora se ha reconvertido en blog desde el que comentar de cuando en cuando noticias, discos, conciertos, exposiciones, partidos de fútbol... que nos llamen la atención.
Y no fue lo único que se quedó en el tintero, ya que al poco tuvieron que parar por un motivo aún incierto en ese momento. Fueron 15 minutos sin ninguna explicación por parte de la organización. Las únicas referencias sobre el parón eran el humo saliendo del centro comercial anexo, la llegada incesante de camiones de bomberos y desalojos de algunas zonas próximas.
Así que el devenir de la tarde quedaba en manos de la esperada actuación siguiente. Con un retraso de una hora sobre el horario previsto debido al incidente previo salieron a escena The Drums, seguramente una de las bandas más pinchadas en ambientes indies en lo que va de nueva década. Era el primer concierto que daban en bastante tiempo así que se mostraron relajados y de muy buen humor. Su vocalista, Jonathan Pierce (que lucía camiseta turística de Nueva York para la ocasión), contó el origen de varias canciones y dedicó una de ellas a otra banda que acaba de cesar su actividad, los californianos Girls.
Para la tarde hubo que trasladarse de Brooklyn hasta Manhattan, donde tenía lugar la segunda y última jornada del Lowdown Hudson Blues Festival. Lo suyo sería referirse a la propuesta cabaretera de He´s my brother She´s my sister (mención especial a su batería-bailarina de claqué) o a la melancolía y fragilidad de la canadiense Neko Case (conocida también por su contribución en The New Pornographers), cabeza de cartel de la noche aunque los matices de su concierto resultaron demasiado intimistas para los que no estaban cerca del escenario.
Pero los dos platos fuertes eran los siguientes en comparecer. Primero unos que casi gozan de mayor afición fuera de su país que dentro. Habituales en los últimos años en festivales y salas españolas, The Pains of Being Pure at Heart tocaban en casa pero no parecieron levantar excesivas pasiones entre sus convecinos.
Pero lo mejor estaba por llegar, de la mano de los londinenses Veronica Falls. Este cuarteto mixto que combina dulzura y juegos de voces con letras agoreras y algo lúgubres (algo así como la versión más oscura de Camera Obscura, valga el juego de palabras). Con un único y homónimo disco en el mercado, aprovecharon para presentar lo mejor de este trabajo, destacando en la primera tanda de canciones "Bad feeling" (con un riff inicial de guitarra en el que por momentos parece que van a arrancar con el "Paint in black" de los Rolling), "Stephen" o "Beachy head" (y sus coros fantasmagóricos), aquí durante la interpretación en directo.
El miércoles es el día señalado para una función muy especial en el mítico Apollo Theater, recinto sagrado para la música cuyo escenario han pisado los más grandes de la música norteamericana.
La velada tiene todos los ingredientes para no decaer en ningún momento. Primero un Dj ameniza los minutos previos hasta que el reloj alcanza las siete y media de la tarde, hora prevista para el comienzo del espectáculo.
El plato fuerte de la muestra -aparte de la posibilidad de escuchar sus canciones por auriculares en un panel, descubriendo seguramente su trabajo a las nuevas generaciones- es la presencia de los propios artistas actuando en el recinto del Moma.
La visita de Pulp no ha sido muy habitual por estas tierras (dado el paréntesis de la banda y que con anterioridad tampoco hubo demasiadas ocasiones de dejarse caer por escenarios estadounidenses). Por eso el sold out fue inmediato en la primera de las fechas anunciadas, lo que obligó a programar una segunda velada (curiosamente poco rato después de que lo haga otra banda que poco tiene que ver con ellos, Maná, en el mismo emplazamiento).
Para abrir boca del paso de Pulp, que también estarán en el Festival de Coachella, el diario AM New York, les ha dedicado este artículo en el que su autor repasa algunas de las "hazañas" perpetradas por Cocker a lo largo de su carrera (como el conocido episodio durante una actuación de Michael Jackson en la gala de unos premios Brit o el más desconocido -al menos por el que suscribe- intento de impresionar a una chica imitando a Spiderman, que tuvo como consecuencia el tener que comparecer en silla de ruedas durante algunos conciertos). Genio y figura el bueno de Jarvis.
Con un sonido impecable, unos juegos de luces a la altura -da gusto encontrarse con recintos pensados para la música en vivo- y ante una entrada de público muy por encima de la media entrada -mayoría abrumadora de españoles residentes por estas tierras- cumplieron con creces con más de hora y media de directo en el que repasaron casi a la totalidad su segunda entrega discográfica, "Mapas", y dieron también buena cuenta de los temas más redondos de su disco de debut.