La crisis pudo con Summercase


Los peores augurios se cumplieron. Si lo que hace pocos días eran dudas acerca de su celebración (así lo contamos en este blog) ahora se confirma: no habrá Summercase este verano. Mala noticia para la oferta de grandes festivales en este país.

La tan manida crisis es el argumento esgrimido por sus organizadores para que falte este año un evento que se celebraba simultáneamente en Barcelona y Boadilla del Monte. Si el año pasado la duda era si FIB o Summercase (tras decidir estos últimos coincidir en el mismo fin de semana), este año parece que no habrá dilema.

Por cierto, que también se caen de la oferta de festivales otras propuestas de Sinnamon de reciente aparición como Ola Festival, Forward Festival, Weekend Dance y Daydream. Por otra parte, el Creamfields y el Wintercase están también en el aire. Corren tiempos complicados para los promotores de conciertos.

Flotando sobre supernovas y guitarras


Vibrante primera jornada de aniversario la que nos tenían preparada los amigos de Supernovapop.com para festejar su séptimo aniversario. Felicidades, lo primero, desde aquí por continuar en la brecha y además regalarnos una velada tan grata como la del pasado viernes en Moby Dick.

La primera sorpresa fue descubrir a Estereotypo, trío cántabro y dignos herederos de los sonidos que pueden desplegar por estos territorios otras bandas como Delorean o We are Standard, aunque no sólo se quedan ahí.

Es el suyo un directo convincente, con momentos para hacer participar al público y canciones tan redondas como "Pleasure", "Think outside the box" o la fiestera "Electro Funky Party", todo ello con un sonido inmejorable. Por lo que se ve cuidan también la estética y salen idénticamente uniformados en cada directo. En esta ocasión el color oficial, de arriba a abajo, era el rojo. Habrá que estar muy pendientes de su debut discográfico este 2009 a través del sello madrileño Astro Discos.

Satisfechos con lo visto hasta el momento le llegaba el turno a los cabezas de cartel de la noche: los navarros El Columpio Asesino, que también venían de celebrar cumpleaños hace pocas fechas, soplando en este caso diez velas.

Las apreturas en la sala eran absolutas ante quienes tienen uno de los directos más intensos en el actual panorama nacional. Y no defraudaron, sobre todo en el primer tramo de concierto, que abrieron con material antiguo: "El evangelista", "Your mind is dead", "La perra del hortelano" y "Motel" (tres de las cuatro, incluidas en su debut).

"No tienes que decirme nada" fue el primer encuentro con su último trabajo "La gallina", seguida de "El destacamento" (que habitualmente utilizaron para abrir sus conciertos durante la gira del pasado año). Llegó entonces uno de los momentos de la noche con "Edad legal" y la sala coreando maliciosamente el estribillo de "¡¡dale cha cha cha!!".

La siguiente tanda de temas incluyó la contagiosa "Ye ye yee", la más americana "Pacífico", "Yo soy tu nombre", "La marca en nuestra frente es la de Caín" y el "Vamos" adoptado de los Pixies. El solicitado bis empezó con "Cenizas" para después presentar una nueva (más pop y con el protagonismo absoluto en la voz para Cristina Martínez, ¿irán por ahí los tiros del próximo material?). "Floto" y "Un arpón de grillos" cerraron la actuación, culminando una gran noche de nuevas promesas, chicos malos y ambientes cargados de tensión y electricidad.

Finalistas del Proyecto Demo

Ya se conocen los tres grupos que competirán en la sala Heineken de Madrid por una plaza en el cartel del FIB 2009. Los elegidos son Ozores, Ratolines y Astradyne. Las apuestas comienzan a posicionarse sobre unos u otros. El desenlace, el proximo 1 de abril.

Los Gallagher reverdecen su pasado más glorioso


Aún no se han apagado los ecos del reciente paso de Oasis por Madrid y Barcelona. Una visita de la que hace años, cuando eran sin duda la banda bitánica de rock más grande del momento tras sus dos primeros álbumes, no habría ninguna duda acerca de lo que uno podría esperar.

Sin embargo, una trayectoria errática en los últimos tiempos, con discos y canciones prescindibles y actitudes y declaraciones por parte de Liam y Noel más propias del coeficiente intelectual de un chimpancé, dejaban entrever más de una duda en el ambiente previo a su actuación. Pero felizmente las inquietudes quedaron disipadas.

Fue prácticamente desde que comenzaron a sonar en un repleto Palacio de los Deportes los primeros acordes de "Rock'n'Roll Star" cuando, precedida por el sonido en los altavoces de la instrumental "Fuckin' in the bushes" para caldear el ambiente, todo hizo presagiar que la noche tomaba buen rumbo.

En el primer ramillete de canciones colaron "Lyla", la inmensa "Cigarettes & alcohol" o el single "The shock of the lightning". La cosa seguía pintando bien y Noel daba las buenas noches y recordaba que hacía mucho tiempo que no se dejaban caer por la capital.

El repaso a su último y más que digno álbum, "Dig out your soul", se completó con otras ilustraciones sonoras como "The turning", "Waiting for the rapture", "Ain't got nothing" o "I'm outta time", en la que Liam (que por cierto lucía un rapado al que no nos tiene nada acostumbrados, dejando al descubierto unas descomunales patillas) vuelve a dejar patente su devoción (y casi obsesión) por John Lennon.

Pero los mejores momentos siempre coincidían con los canciones que les hicieron grandes en el pasado: "The masterplan", "Slide away", "(What's the story) Morning glory", "Wonderwall" o "Supersonic", con la que dejaban el escenario por unos momentos.

Volvieron a escena con todo un clásico como "Don't look back in anger", el nuevo single "Falling down", "Champagne supernova" (¿soy el único al que esta canción se le hace innecesariamente larga?) y un broche final con "I am the walrus", pillando por sorpresa a más de uno que no tenía este tema localizado entre la discografía de los Gallagher (igual debería repasar la de los Beatles, etapa "Magical mistery tour").

Oasis han vuelto. Y dan cien vueltas a muchos de los que alardean de liderar el rock actual de las islas. Quedan avisados para próximas citas (la noche del jueves en el FIB de este año, sin ir más lejos).

Baile de festivales

Desde hace semanas vienen anunciándose más y más nombres que pasan a engrosar el cartel de los principales festivales nacionales. El más avanzado, también porque es el primero de los gordos en celebrarse, es el del Primavera Sound. Sonic Youth y el pianista Michael Nyman aparecen como los más destacados entre los últimos incorporados.

Peor parece el panorama que tiene por delante el Summercase, sin noticias aún sobre la que debería ser su cuarta edición. Tanto que ya hay quien especula con que este año no pueda celebrarse. Habrá que esperar acontecimientos.

La nueva vida


Con la boca abierta me he quedado cuando me ha llegado la noticia al buzón de correo electrónico. La Buena Vida publican nuevo disco -no, esto no es lo que me sorprendía, que ya lo sabíamos- pero Irantzu abandona el grupo.

La voz e imagen de La Buena Vida cambia. Irantzu, amor platónico de muchos (que lo sé, que me consta), ha decidido poner punto final a su membresía en la banda donostiarra. Seguro que detrás de esta decisión está los compromisos familiares y lo difícil que debe ser criar unos hijos estando de gira...

Seguro que al principio nos chocará y echaremos de menos su dulce voz en los conciertos, pero a buen seguro que el plantel sabrá defenderse perfectamente sobre el escenario y llevarse de nuevo al público en el bolsillo porque calidad no les falta.

Tras el adiós de Irantzu, después de 15 años en la banda, Mikel Aguirre, que ya ponía la voz a un buen número de canciones, se queda como cantante solista.

"Viaje por países pequeños" será el preludio del nuevo disco de La Buena Vida, previsto para abril. El tema, que se editará el 2 de marzo acompañado de otras dos canciones, es un homenaje a Poch (Ejecutivos agresivos, La banda sin futuro, Derribos Arias).

Por cierto, que no sabemos si esto se va a convertir en norma general en el panorama indie pero otra banda con cantante femenina al frente tiene previsto cambiar la formación y poner al chico en la primera línea...

El FIB salta a la pasarela

La moda, desde hace varias ediciones, está presente en el Festival Internacional de Benicàssim. Ahora la jugada es al revés y es el FIB quien ha sido invitado por la semana de la moda Cibeles para poner música a su 49 edición.

Del 20 al 24 de febrero, FIBClub en Cibeles se convertirá en un espacio en el que tendrán lugar actuaciones en directo de bandas emergentes del panorama nacional y sesiones de Dj a cargo de diseñadores.

Entre otros, se podrá disfrutar entre desfile y desfile de la música de bandas y artistas como Klaus & Kinski, Hyperpotamus, Lidia Damunt o Anni B. Sweet. Toda la relación de las actuaciones, días y horarios puede consultarse en fiberfib.com.

Y aprovechando que hablamos del FIB, no viene mal recordar que ya tiene confirmados sus cuatro cabezas de cartel: Oasis el viernes 16 de julio, Kings of Leon el sábado, Franz Ferdinand el sábado y The Killers (los últimos en sumarse), el domingo.

Cuando el desastre engrandece


En Nacho Vegas tenemos, sin duda, a uno de nuestros mejores cantautores. Siempre cobijado bajo una capa de amargura, con mensajes a veces bastante duros en sus canciones, lo cierto es que el asturiano consigue tocar la fibra del oyente con sus interpretaciones cargadas de intensidad. Y así, con el alma erizada y a la vez emocionada, fueron desfilando los asistentes al acabar el segundo concierto que ofreció en menos de una semana en la madrileña sala Joy Eslava, con el cartel de “no hay billetes” colgado de nuevo en la taquilla.

El cuarto larga duración de Nacho Vegas consiguió algo que parecía imposible: superar el listón dejado con “Desaparezca aquí”. “El manifiesto desastre” es un disco que roza la matrícula de honor y sin duda se trata de uno de los mejores trabajos de 2008. Canciones como “Dry Martini S.A.” o “Crujidos” se quedan a la primera escucha pero cuando se adentra de lleno en este trabajo consigue que el vello se le ponga de punta con temas como “El tercer día”, “Mondúber” o “Morir o matar”, y esa sensación se multiplica en el directo.

“La plaza de la Soledá”, de aquel “Cajas de música difíciles de parar” fue la encargada de abrir un concierto largo de casi 105 minutos de duración y en el que Nacho no abrió la boca para dirigirse al público hasta pasada la primera hora de actuación, cuando aprovechó para presentar a la banda.

Para ese momento ya se habían vivido momentos épicos del concierto. La segunda canción de la actuación fue “Detener el tiempo”. “Dry Martini S.A.”, que sin duda sería un single clarísimo si no fuera por su duración, fue el primer momento en el que el público se encendió y no dudó en cantar aquello de “Nacho has vuelto hacerlo fatal, lo hiciste muy mal”.

“Que te vaya bien, miss Carrusel”, con el batería tocando el cajón flamenco, daba paso a otra de las canciones más significativas de “El manifiesto desastre”, “Crujidos”. Y tras ella, el primer momento de mayor intensidad de la noche. Nacho Vegas se quedó a solas sobre el escenario con su guitarra acústico y nos hizo estremecer a todos los presentes con la interpretación de “8 y medio” a la que se sumó de manera magistral el resto de la banda en la recta final del tema.

Habrían transcurridos aproximadamente unos 60 minutos y hasta ese momento el gijonés no había abierto la boca salvo para cantar. Agradeció a los asistentes su presencia allí y presentó a la banda.

Recuperó canciones de sus trabajos compartidos con Ronsenvinge y Bunbury, pero sin duda son los temas incluidos en sus discos en solitarios los que se llevan la palma, y tras “Días extraños” volvió a emocionarnos con “El tercer día” y “Perdimos el control”.

Nos acercábamos al final del concierto y volvimos a vivir el otro gran momento en cuanto a intensidad se refiere con “Morir o matar”, una canción que encierra toda una filosofía de vida sobre las relaciones interpersonales. Y para rematar, “El hombre que casi conoció a Michi Panero” cerró una primera parte de un concierto brillante.

Ante la aclamación del público, el asturiano volvió a salir a escena acompañado de su banda. Lo primero fue agradecer a una grupie que se había colado en el backstage un minuto antes la chapa de Leonard Cohen que le acababa de regalar y se despidió rompiéndonos a todos con “”Añada de Ana la friolera” y “Nuevos planes, idénticas estrategias”.



¿Quién se los cree?


El concierto que dio Kaiser Chiefs en el Palacio de Vistalegre fue uno de los mayores esperpentos a los que hemos podido asistir en los últimos tiempos. Desde su álbum de debut, la banda no ha sido capaz de ofrecer un trabajo medianamente digno sino que ha ido siempre en busca del single rompepistas sin acercarse lo más mínimo. Unos discos mediocres con unas canciones que ni ellos se creen, hacen que su directo carezca de cualquier tipo de emoción. Si a todo eso le sumamos la horrorosa acústica del recinto que desemboca en un sonido malísimo, la actuación del concierto de Kaiser Chiefs podemos describirla como más que pobre.

Quizás en un intento de conectar de inmediato con un público español –aunque había un gran número de asistentes británicos- el concierto arrancó con “Spanish metal” y ya nos dejó entrever lo que nos esperaba. Un concierto lleno de clichés, de poses y con un sonido de espanto, el que responde a un recinto con capacidad para unas 15.000 personas, cuando el aforo fue de unas 2.000. En un principio se iba a celebrar en La Riviera, una sala con una capacidad más acorde para este grupo, pero está clausurada desde el pasado mes de diciembre.

Que con el ánimo por los suelos y casi deseando que llegara el final del concierto, nos sorprendimos cuando ya en el segundo tema los británicos interpretaron uno de sus grandes hits de su álbum debut, “Every day I love you less and less”. Esto dejaba claro que el grupo iba a tirar por el camino fácil y que iban a vertebrar el concierto principalmente con los temas de su disco “Employment”, como así fue.

La cosa fue decayendo hasta que tres temas después tocaron el single de su segundo disco, la pegadiza “Ruby”. Tras ella hubo un momento más digno en el concierto y casi parecían remontar el vuelo: “Good days, bad days” fue una canción que dejó un sabor de boca un poco más dulce, pero solo un poco porque lo que realmente destaca de la canción es la parte final, siendo el resto una sucesión de estrofas aburridas. Pero el final y a continuación engancharon con “Na na na na naa” y “Modern way”, lo que hice que se encendieran un poco más los ánimos, especialmente de las adolescentes que vitoreaban al grupo constantemente.

De nuevo vino un pequeño valle en el concierto, sostenido más o menos por “Never miss a beat”, “I predict a riot” o “The angry mob” -tema que cerró la primera parte del concierto- porque las otras canciones nos hacían sestear.

Y para los bises reservaron “Can’t say what I mean” y “Oh, my God”, que fue sin duda, el momento más destacado de la noche.

No sé si alguien se cree todavía la actitud de estos británicos pero desde luego nos dejaron la impresión de tratarse de un grupo que cada vez se viene más a menos.

Ya lo tienen todo


"Tú ya lo tienes todo, qué puedes pedir, si ya lo tienes todo" canta Noni en "¿Dónde están mis maletas?", el tema que cierra su álbum de debut "Viaje de estudios". Pues bien, los granadinos ya han alcanzado esa fase. Tienen tres alabadísimos discos en el mercado, gozan del beneplácito de crítica y público, llenan allí por donde van y encima clavan los directos. Es decir, están ahora mismo en un momento de su carrera que parece insuperable.

Hace una semana se dejaban caer por segunda vez en poco tiempo en Joy Eslava. Era una especie de quite del perdón o concierto de penitencia por lo ocurrido tan sólo unos días antes consecuencia de una mala organización de la velada que compartieron junto a Yani Como y Ovni, y que dejó a gran parte del público sin poderles ver el tiempo suficiente.

Así que ni cortos ni perezosos decidieron montar un nuevo concierto para desagravio de sus fans y a fuerza que lo consiguieron, sin tener que recurrir a ponerse de rodillas (tan sólo el gesto de súplica de Noni uniendo sus manos al salir a escena fue más que suficiente).

Del repertorio, poco nuevo se puede añadir a quien los haya visto ya girando con su último disco "Cronolánea". Rescataron por ejemplo temas menos habituales como "Dos hombres con sombrero" o "La mujer esponja" de su primer trabajo, así como "La pequeña muerte" de "Hostal Pimodan".

Aunque lo más destacado fue que en el segundo de los bises presentaron un tema nuevo, mucho más enérgico y contundente de lo que nos tienen acostumbrados en los últimos tiempos.

Para cerrar quedó la siempre efectiva "Viaje de estudios" que sigue contagiando, como el primer día, la fe en una banda que podría reencarnar para las nuevas generaciones el espíritu de lo que fueron Los Planetas durante los 90. Y parece que lo están consiguiendo.

PD: Casi se me olvidaba, pero sería imperdonable no mencionar que otro de los aciertos de aquella noche fue descubrir a los, creo que mallorquines, LA (de los que por cierto no existe mucha más información en la red).

Una banda con un sonido impecable, solista con presencia y voz talentosa y unas composiciones entre Coldplay y ecos a bandas patrias como Madee o Second. Les auguro un muy buen futuro por su propuesta apta para todo tipo de públicos y su acertada adaptación del clásico "Girls just wanna have fun" de Cindy Lauper.

El Xixón Sound revive en El Sol

Más atrás en el tiempo queda otra actuación sobre la que merece la pena detenerse. La reunión de Australian Blonde conmemorando los fastos por el 30 aniversario de la sala El Sol. Fran Fernández decidió reclutar a Paco Loco y compañía para volver a dar un concierto después de muchísimo tiempo.

Una cita para nostálgicos de aquello que se hizo en llamar durante los 90 el Xixón Sound y también para quienes nunca les pudieron ver en su momento, que también los hubo. En el repertorio, un poco de todas las épocas: temas de su última entrega hasta la fecha, el magnífico "Canciones de amor y gratitud", y también vistazos al pasado como "Chance", "Cool dive" o incluso el multirradio en su día "Chup chup".

A la banda de origen asturiano parece que no le aguarda un futuro muy longevo (andan ultimando el material que formará parte de su próximo y parece que último disco), pero nos hicieron recordar que en algún otro tiempo fueron parte fundamental de los albores de la escena indie nacional.

Precediendo su actuación pudimos ver de nuevo a Layabouts , sacando lustre a las canciones que formarán parte de su segundo disco, con un sonido y una interpretación muy por encima de la de hace algunas semanas en la sala Moby Dick. A más de uno que había ido sólo por ver a Australian Blonde se le vio mover la cabeza al ritmo frenético y bailable que imponen estos chicos.

Atención: Cambio de sala

Esta es una entrada con información de servicion: os recordamos que el concierto de Kaiser Chiefs en Madrid ha cambiado de ubicación. Al no estar aún abierta la sala La Riviera, el concierto se celebrará en el Palacio de Vistalegre.