lunes, abril 07, 2008

Vitalismo nórdico


Los suecos Shout Out Louds sorprendieron hace tres años con su onomatopéyico debut "Howl howl gaff gaff" y desde entonces han sabido ganarse una estimable cantidad de seguidores en nuestro país.

Unos cuantos de ellos llenaron la madrileña sala Moby Dick la pasada semana, en una cita que servía además de presentación de su último trabajo "Our ill wills". El concierto convenció sin duda a los más fieles (no había nada más que ver sus caras plenas de satisfacción y, sobre todo, sus camisetas sudadas por el bailoteo nada más terminar el concierto) y despertó una sana curiosidad para indagar en su discografía en los menos conocedores de la misma.

A este quinteto de Estocolmo habría que situarlo dentro de la nutrida pléyade de bandas que apuestan por el pop épico, colectivo y contagioso en esta primera década del siglo XXI y del que Arcade Fire son sus máximos e indiscutibles líderes mundiales. Por no faltarles, no prescinden siquiera del sonido del acordeón tan representativo en las composiciones de los canadienses.

Otra banda que puede resultar recurrente a la hora de referirse a estos suecos es The Cure aunque, en este caso, por la vertiente más luminosa del pop con reminiscencias góticas de los británicos. La semejanza en el timbre de los vocalistas es evidente: Adam Olenius es una especie de Robert Smith, solo que sin dudas metafísicas y de permanente subidón.

¿Y qué dejó el concierto? Pues hora y pocos minutos más en la que, sin demasiados alardes pero con una buena colección de hits incontestables, repasaron sus dos álbumes hasta la fecha con momentos cumbre como "Very loud", "The comeback", "Please please please" o "Tonight I have to leave it", el temazo que precedió al primero de los bises.

Ya con las luces de la sala encendidas, la entrega e insistencia del público hicieron posible un segundo, para el cual la elegida fue "100°". Para los que se los perdieron, no es descabellado pensar que tengan una nueva oportunidad de verlos en alguno de los festivales de este verano por nuestra piel de toro.

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