Taste of Spain
Pues no todo van a ser escritos desde allende los mares, que aquí en la Vieja Europa lo español está de moda. Aunque sigamos dentro del mundo anglosajón, esta vez dirigimos nuestra mirada hacia la Metrópoli, y es que en la City nos hemos encontrado con una calle tan comercial y principal como Regent's Street tomada por el producto típico español: chorizo, queso, jamón, vino...
Paseando por el centro de Londres nos hemos podido encontrar una feria de promoción del turismo español que ha causado una gran expectación, a tenor de las largas colas que se guardaban para degustar una lonchita de jamón ibérico de la sierra de Huelva, unas aceitunas con boquerón en vinagre y guindilla, hacerse una foto junto a las camisetas de los mejores futbolistas de la Primera División Española o emular a Rafa Nadal en Roland Garros, donde conseguía su sexto triunfo en la pista central de París ante Roger Federer.
Durante la semana parecía que el cielo se apuntaba a promocionar el evento, con un clima más típico del sur de España que del Reino Unido. Temperaturas elevadas, cielos despejados y sol radiante conquistaban Londres y convertían los parques en zonas de bronceado para las pieles blancas de los habitantes de esta isla. Sin embargo, la lluvia ha hecho acto de presencia justo este día, el día clave. Lo que no nos queda claro es si ha llovido porque ya tocaba o porque no ha gustado la representación de la música española para el evento en cuestión. A saber: Nena Daconte, Mota, Miss Cafeina, Virginia Bulat, los Gipsy Kings o We are Standard entre otros (espero que los ingleses no consideren esto como verdadero ejemplo de la música que se hace en nuestro país).
La verdad es que no puedo dar respuesta a la cuestión porque no se me ha ocurrido permanecer delante de tan disparatdo escenario más que los minutos que he tardado en cruzar por delante debido a la masa concentrada en el lugar. Ya podían haber elegido otro cartel los de la MTV, que son los que ponían el nombre al escenario. Mucho mejor las tres jovencitas que estaban poniendo banda sonora en vivo y en directo en la mítica juguetería Hamley's.
Mira, un Sr. Chinarro no habría estado nada mal. Por cierto que a Chinarro le veíamos hace unas semanas en la madrileña Joy Eslava presentando su último disco, "Presidente". Concierto sobrio y sereno aquel, con una buena ejecución y buen sonido, al que le faltaron los clásicos bises de todo concierto por aquello de la premura en la finalización del concierto, que la Joy hay que desalojarla rápido para abrirla como discoteca para los incautos que están dispuestos a pagar 15€ por entrar.
Y es que se echa en falta en Madrid más salas de conciertos, auténticas salas de conciertos y no discotecas que se apunten al negocio para sacar más rédito a sus instalaciones a cambio de elevados alquileres y que luego no tienen respeto alguno por el artista y su público.
Pero a lo que íbamos, que era a recordar aquel concierto de Chinarro. Aunque no hubiera bises cayeron casi una veintena de canciones. Supo meterse a la gente en el bolsillo rápidamente el bueno de Antonio Luque tirando de repertorio de sus anteriores trabajos y no fue hasta la sexta canción, más o menos, que sacó a pasear los temas del recién publicado "Presidente". "Vacaciones en el mar" fue la elegida para ir entrando en materia, un tema de inspiración en sonidos setenteros del rock y que por momentos me traía a la cabeza lo mismo a Bowie que a Alaska y su "El rey del glam".
Siguió el sevillano deshojando la margarita y entre temas ya consagrados como "El lejano Oeste", "Tímidos" o "Del montón" iban entrando otros como "Una frase socorrida", "Beso de despedida" o "El boxeo", que huele a single. Solo una mirada al pasado más lejano: "Quiromántico". Quizás el actual público de Sr. Chinarro no está preparado para ir más allá.
En la recta final del concierto, dos canciones que también tienen ese aroma a perdurar en el setlist del futuro, cuando ya se hayan publicado más discos: "Babieca" y la genial "Una llamada a la acción". Y para terminar, "El rayo verde".
No estuvo Chinarro en Londres pero sí otros andaluces que son un espectáculo. Pudimos disfrutar del baile de los caballos andaluces o la competición de montar tiendas de campaña en menos tiempo. La verdad es que no sé muy bien qué tiene que ver esto con España. Como no sea como reclamo para los festivales que vienen...
Arquitectos del rock
Pero para concierto bueno, bueno, concierto de Champions League, el que vivimos esta misma semana en The Garage, en el barrio de Highbury. Sí, sí, en el mismo donde Cesc da esos pases de vértigo nos vimos a una de esas bandas que podríamos comparar en el mundo del fútbol con el Villarreal, equipo que juega, que la toca, bien trabajado, que te da espectáculo y que es capaz de pelear por los puestos de Champions. Nunca ganarán la Copa de Europa pero verlos siempre es un placer. Hablamos de los belgas dEUS.
Entradas agotadas con bastante antelación para verles en una sala de unas 600 personas. El motivo del concierto, posiblemente el de ir haciendo callo de cara a la gira venidera en otoño para presentar su próximo disco, que estará disponible a partir de septiembre.
Hora y media de concierto que al amigo Juan Jerez se le hizo excesivamente corta y echó de menos algunos temas, pero ya se sabe que cuando actúa un grupo con una discografía tan extensa y excelsa como la de dEUS siempre se queda algo en el tintero.
A las primeras de cambio, la segunda del concierto, se ventilaron una de mis canciones favoritas de los últimos tiempos, "The Achitect".
Aprovecharon los belgas para presentar unas cuatro o cinco canciones del disco que viene -solo pillamos el título de "Come and stay now"- y lo cierto es que tiene buena pinta. También cayeron temas como "Little arithmetics" o "The real sugar", que dedicaron a los teloneros de la noche, otra banda belga llamada Balthazar.
En cualquier caso, son las canciones de siempre las que siguen poniendo al público patas arriba, especialmente "Instant street".
En fin, conciertazo para disfrutar de un miércoles en la capital inglesa. Y si alguno estáis por aquí el próximo 14 de junio, en esta misma sala estarán actuando los italianos After hours, una encarecida recomendación de nuestra amiga Giuliana Valoti.
Pues así os dejo, con estas últimas líneas, oyendo cómo sigue cayendo la incesante lluvia en el barrio de Westminster y después de haber pasado a cenar por ese bar del Soho, el que está al doblar la esquina y al que Pulp le dedican una canción.
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