martes, agosto 31, 2010

Regreso y futuro


Parecía que era cuestión de tiempo y así ha sido finalmente. Hace pocos días, primero en actuación sorpresa en Londres y después en formato festivalero en Reading y Leeds, se hacía realidad el regreso a los escenarios de The Libertines.

Una banda sobre la que quizás pese más la leyenda que lo que en realidad supuso su contribución al panorama musical a comienzos de este siglo. A ello han ayudado sin duda los excesos y vida licenciosa de uno de sus dos líderes, Pete Doherty, cuyas correrías dieron el salto a las crónicas rosas de los medios de comunicación por su romance con la modelo Kate Moss (otra que también sabe de vivir al límite).

Pero aunque su fama engordara sobre todo por motivos extramusicales (las relaciones de Doherty con el otro co-líder de la formación, Carl Barat, con acusaciones formales de robo por medio, también fueron tortuosas), es justo reconocer que dejaron algunas canciones que perduran, si sumamos lo cosecha recogida en sus dos únicos discos publicados.

Además, en la memoria nos queda una actuación mítica en la sala Moby Dick de Madrid, donde no cabía ni un alfiler. Años después, por lo que cuentan las crónicas y corroboran las imágenes de este himno de la banda, están en forma.


Pero como todo no va a ser mirar al pasado, cerramos con una mirada al futuro de la mano de una formación que parece estar llamada a sonar mucho en los próximos meses dentro de los ambientes más modernos.

Tienen el sugerente nombre de The hundred in the hands, son de Nueva York y presentan formato de dúo. Facturan interesantes canciones de electrónica pop, algo así como la versión edulcorada para quienes Crystal Castles resulten demasiado macarras, y su componente femenina puede convertirse además en nueva musa indie para más de uno.

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