Más que música
Desde La Hora de Xavi y Pac llevamos nueve años poniendo el foco en la otra cara del Festival de Benicàssim. El FIB se caracteriza por ser un festival culturalmente global, que intenta abarcar otras disciplinas diferentes a la musical, por lo general, altamente atractivas.
En este programa siempre hemos abierto la puerta a esas actividades extramusicales del FIB que van desde el certamen de Cortos hasta la Danza, pasando incluso por cursos universitarios.
Esta semana hemos comenzado la ronda habitual de charlas con los responsables del otro FIB y lo hemos hecho hablando de Cine (Cortos) y Teatro.
Además, hacemos el repaso habitual de la actualidad musical nacional e internacional.
Lo podéis escuchar, como siempre, en los siguientes enlaces o en iTunes.
La Hora de Xavi y Pac #304 I (21-6-10) o en iTunes
La Hora de Xavi y Pac #304 II (21-6-10) o en iTunes
La Hora de Xavi y Pac fue un programa de radio. Ahora se ha reconvertido en blog desde el que comentar de cuando en cuando noticias, discos, conciertos, exposiciones, partidos de fútbol... que nos llamen la atención.
miércoles, junio 23, 2010
martes, junio 22, 2010
Tamborrada daliniana
El mismo día que el verano desembarcó por estas latitudes y en el que casi todo el país estuvo pendiente durante dos horas del complicado devenir de la selección en el Mundial, toda Europa acogió una nueva celebración del Día de la Música.
Precisamente, después de ver la victoria de España que deja más dudas de los últimos tiempos, el día tuvo una agradable sorpresa con motivo de la conmemoración musical de esta jornada: una exhibición en la Plaza de Felipe II (también conocida como Plaza de Dalí) en la que los protagonistas fueron una treintena de baterías de todas las edades.
Una actuación que estuvo salpicada además por otros números musicales (un impresionante violinista que emuló con su instrumento a Jimi Hendrix, percusionistas brasileños y parte de la All Together Band recordando el "Money" y "One after 909" que hicieran famosos los Beatles). Como colofón final, cerró un sorprendente "Himno de la Alegría" con guitarra eléctrica y con las baterías acompañando al ritmo del "We will rock you".
Igual no fue la cita más esperada del Día de la Música en Madrid (difícil competir con The XX en el Circo Price) pero a empeño y eclecticismo seguro que no les ganó nadie.
Y de paso, seguro que algún padre descansó por un día de tener a la criatura practicando en casa...
El mismo día que el verano desembarcó por estas latitudes y en el que casi todo el país estuvo pendiente durante dos horas del complicado devenir de la selección en el Mundial, toda Europa acogió una nueva celebración del Día de la Música.
Precisamente, después de ver la victoria de España que deja más dudas de los últimos tiempos, el día tuvo una agradable sorpresa con motivo de la conmemoración musical de esta jornada: una exhibición en la Plaza de Felipe II (también conocida como Plaza de Dalí) en la que los protagonistas fueron una treintena de baterías de todas las edades.
Una actuación que estuvo salpicada además por otros números musicales (un impresionante violinista que emuló con su instrumento a Jimi Hendrix, percusionistas brasileños y parte de la All Together Band recordando el "Money" y "One after 909" que hicieran famosos los Beatles). Como colofón final, cerró un sorprendente "Himno de la Alegría" con guitarra eléctrica y con las baterías acompañando al ritmo del "We will rock you".
Igual no fue la cita más esperada del Día de la Música en Madrid (difícil competir con The XX en el Circo Price) pero a empeño y eclecticismo seguro que no les ganó nadie.
Y de paso, seguro que algún padre descansó por un día de tener a la criatura practicando en casa...
martes, junio 15, 2010
Tal día como hoy
Este martes la actualidad hace mención a dos acontecimientos que sin duda sacudieron la historia contemporánea, especialmente la musical. Por un lado, una notable efeméride, y es que hace 45 años que Robert Allen Zimmerman, más conocido como Bob Dylan, grabó el legendario tema "Like a rolling stone".
La elegida mejor canción de la historia del rock por la revista "Rolling Stone" (aunque suene a corporativismo). La que dio nombre a sus satánicas majestades de Mick Jagger y compañía. La misma que supuso la evolución del Dylan 'folkie' al Dylan eléctrico (que tantos no entendieron en la época). Una de las canciones más grandes que habrá nunca, en definitiva.
El otro hecho reseñable es que también hoy se han presentado las conclusiones de la investigación oficial sobre el que se conoce como Domingo Sangriento, uno de los episodios más negros en el conflicto de Irlanda del Norte y en el que 14 civiles católicos perdieron la vida por disparos del Ejército británico.
Un acto desmedido y desgarrador, que no tiene justificación como tampoco cualquiera de las expresiones del terrorismo que se han dado en aquella (y cualquier otra) zona del mundo.
Una barbarie de la que (como ocurriera, en otro nivel, con el "Guernica" de Picasso) surgió una obra de arte y una de las canciones más emocionantes de todos los tiempos: el "Sunday Bloody Sunday" de U2.
Aquí la recordamos con la que es probablemente su interpretación más mítica, que quedó recogida en el directo "Under a blood red sky" grabado en la cantera abandonada de Red Rocks en Colorado.
Este martes la actualidad hace mención a dos acontecimientos que sin duda sacudieron la historia contemporánea, especialmente la musical. Por un lado, una notable efeméride, y es que hace 45 años que Robert Allen Zimmerman, más conocido como Bob Dylan, grabó el legendario tema "Like a rolling stone".
La elegida mejor canción de la historia del rock por la revista "Rolling Stone" (aunque suene a corporativismo). La que dio nombre a sus satánicas majestades de Mick Jagger y compañía. La misma que supuso la evolución del Dylan 'folkie' al Dylan eléctrico (que tantos no entendieron en la época). Una de las canciones más grandes que habrá nunca, en definitiva.
El otro hecho reseñable es que también hoy se han presentado las conclusiones de la investigación oficial sobre el que se conoce como Domingo Sangriento, uno de los episodios más negros en el conflicto de Irlanda del Norte y en el que 14 civiles católicos perdieron la vida por disparos del Ejército británico.
Un acto desmedido y desgarrador, que no tiene justificación como tampoco cualquiera de las expresiones del terrorismo que se han dado en aquella (y cualquier otra) zona del mundo.
Una barbarie de la que (como ocurriera, en otro nivel, con el "Guernica" de Picasso) surgió una obra de arte y una de las canciones más emocionantes de todos los tiempos: el "Sunday Bloody Sunday" de U2.
Aquí la recordamos con la que es probablemente su interpretación más mítica, que quedó recogida en el directo "Under a blood red sky" grabado en la cantera abandonada de Red Rocks en Colorado.
viernes, junio 11, 2010
Segunda juventud
No son unos recién llegados y hace tiempo que dejaron de ser niños. Tanto, que ahora hacen canciones para sus propios retoños. Pero los efectos mutantes siguen dándoles la fuerza de la que tanto hablan sus canciones. La misma con la que consiguen regalar a sus fieles seguidores varios himnos en cada disco publicado y seguir brindando unos directos de aúpa. Como el de la sala Heineken el pasado 3 de junio.
Tras la actuación de los tenaces Igloo, que siguen esperando su oportunidad de dar el salto, le llegó el turno a los granadinos Niños Mutantes. Venían a presentar su séptimo álbum de estudio, "Las noches de insomnio", lo que se refrendó con las tres primeras canciones en caer: "Eran días", "Mi mala memoria" (la más "mutante" de todas) y "Nada es perfecto".
Pronto se acordaron de los seguidores de toda la vida para retroceder a los 90 y a su primer disco, el enorme "Mano, parque, paseo", con "Globo". Y no sería la única vez que lo harían. También sonaron "Isabelita" o, ya en el bis, "Veneno polen" y "Tormenta". Qué recuerdos.
El que fuera su tercer disco y para muchos su obra más madura, "El sol de invierno", también tuvo su momento con "Ítaca", pero fue el último vistazo al pasado más lejano, ya que el resto de la noche se centrarían en sus últimas tres entregas discográficas.
Su penúltimo trabajo, "Todo es el momento", aportó "No puedo más", el inspirado corte introductorio que era "Sapos y culebras" y el tiro de canción que es "Te favorece tanto estar callada". Y de la colección de singles recopilada en "Canciones para el primer día en la Tierra" cayeron "Nada nuevo" (previa petición de una botella de tequila por parte de Juan Alberto, que amablemente se la cedió a continuación a las primeras filas) y una acústica "Las horas perdidas", tema al que hace un guiño "Mi mala memoria" con la referencia al "movimiento de los astros".
Pero volvamos al último disco, del cual ya hemos reseñado la terna inicial que interpretaron, a la que sumaron "Quién es mejor", la electrónica bizarra de "Quiéreme como soy", "Las noches de insomnio", "Las chicas en bikini" o la más inmediata y deudora del espíritu del grupo "Errante (canción mutante)".
Aunque dos fueron los momentos más destacados protagonizados por canciones de su último CD: la aparición como invitado sorpresa de Julio de la Rosa para cantar y llevar totalmente a su terreno una escalofriante "La costilla" y toda la "troupe" mutante más algún espontáneo subidos al escenario para dejarse la gargante en "La voz".
Y para rematar el concierto, el cierre llegó con el tema ajeno que les ha reportado más popularidad (y que estrenaron por cierto en una fiesta de aniversario de este programa). Un momento curioso en sus conciertos, aunque puestos a elegir, tienen aún mejores versiones de las que echar mano.
Al Low le sale un hermano
Los incondicionales de la noche madrileña conocen ya desde hace años el Low Club. Los veteranos podemos contar la batallita de que estuvimos el día de la inauguración y que pusimos incluso nuestro granito de arena a colgar algún cartel que otro.
Después llegó el peregrinaje por distintas salas, hasta dar con la ubicación más recordada, en la Plaza de los Mostenses, o más recientemente en el pasadizo entre la calle Martín de los Heros y la Plaza de los Cubos.
Pues bien, ahora le sale un hermano menor en la noche de los sábados: el Over Club, que recupera la esencia del primer Low de programar conciertos antes del puro y duro bailoteo. Para abrir boca, actuaron nada menos que Cycle. Y este mes ya tienen confirmadas nuevas bandas.
Desde aquí, nuestras felicitaciones a Máximo y Cristina por creer desde el principio en que la música independiente tenía público en esta ciudad como para llenar una gran sala cada fin de semana. Ahora parece fácil, pero hace cinco años había que apostar por ello.
No son unos recién llegados y hace tiempo que dejaron de ser niños. Tanto, que ahora hacen canciones para sus propios retoños. Pero los efectos mutantes siguen dándoles la fuerza de la que tanto hablan sus canciones. La misma con la que consiguen regalar a sus fieles seguidores varios himnos en cada disco publicado y seguir brindando unos directos de aúpa. Como el de la sala Heineken el pasado 3 de junio.
Tras la actuación de los tenaces Igloo, que siguen esperando su oportunidad de dar el salto, le llegó el turno a los granadinos Niños Mutantes. Venían a presentar su séptimo álbum de estudio, "Las noches de insomnio", lo que se refrendó con las tres primeras canciones en caer: "Eran días", "Mi mala memoria" (la más "mutante" de todas) y "Nada es perfecto".
Pronto se acordaron de los seguidores de toda la vida para retroceder a los 90 y a su primer disco, el enorme "Mano, parque, paseo", con "Globo". Y no sería la única vez que lo harían. También sonaron "Isabelita" o, ya en el bis, "Veneno polen" y "Tormenta". Qué recuerdos.
El que fuera su tercer disco y para muchos su obra más madura, "El sol de invierno", también tuvo su momento con "Ítaca", pero fue el último vistazo al pasado más lejano, ya que el resto de la noche se centrarían en sus últimas tres entregas discográficas.
Su penúltimo trabajo, "Todo es el momento", aportó "No puedo más", el inspirado corte introductorio que era "Sapos y culebras" y el tiro de canción que es "Te favorece tanto estar callada". Y de la colección de singles recopilada en "Canciones para el primer día en la Tierra" cayeron "Nada nuevo" (previa petición de una botella de tequila por parte de Juan Alberto, que amablemente se la cedió a continuación a las primeras filas) y una acústica "Las horas perdidas", tema al que hace un guiño "Mi mala memoria" con la referencia al "movimiento de los astros".
Pero volvamos al último disco, del cual ya hemos reseñado la terna inicial que interpretaron, a la que sumaron "Quién es mejor", la electrónica bizarra de "Quiéreme como soy", "Las noches de insomnio", "Las chicas en bikini" o la más inmediata y deudora del espíritu del grupo "Errante (canción mutante)".
Aunque dos fueron los momentos más destacados protagonizados por canciones de su último CD: la aparición como invitado sorpresa de Julio de la Rosa para cantar y llevar totalmente a su terreno una escalofriante "La costilla" y toda la "troupe" mutante más algún espontáneo subidos al escenario para dejarse la gargante en "La voz".
Y para rematar el concierto, el cierre llegó con el tema ajeno que les ha reportado más popularidad (y que estrenaron por cierto en una fiesta de aniversario de este programa). Un momento curioso en sus conciertos, aunque puestos a elegir, tienen aún mejores versiones de las que echar mano.
Al Low le sale un hermano
Los incondicionales de la noche madrileña conocen ya desde hace años el Low Club. Los veteranos podemos contar la batallita de que estuvimos el día de la inauguración y que pusimos incluso nuestro granito de arena a colgar algún cartel que otro.
Después llegó el peregrinaje por distintas salas, hasta dar con la ubicación más recordada, en la Plaza de los Mostenses, o más recientemente en el pasadizo entre la calle Martín de los Heros y la Plaza de los Cubos.
Pues bien, ahora le sale un hermano menor en la noche de los sábados: el Over Club, que recupera la esencia del primer Low de programar conciertos antes del puro y duro bailoteo. Para abrir boca, actuaron nada menos que Cycle. Y este mes ya tienen confirmadas nuevas bandas.
Desde aquí, nuestras felicitaciones a Máximo y Cristina por creer desde el principio en que la música independiente tenía público en esta ciudad como para llenar una gran sala cada fin de semana. Ahora parece fácil, pero hace cinco años había que apostar por ello.
lunes, junio 07, 2010
Arranca el Mundial
Ya huele a césped recién regado, al cuero de las botas, se palpan los nervios antes de salir al campo, se oye el bullicio, las trompetas, los tambores... El Mundial de Sudáfrica ya está aquí y por primera vez tenemos a España como una de las favoritas al campeonato.
Miedo me da. Estamos demasiado ilusionados después de ganar la Eurocopa y aunque no es para menos, no está de más ser un poco prudentes y pensar que ganar estos torneos es harto difícil. Así que si otra vez caemos en cuartos como en el pasado no empecemos a decir que tenemos unos jugadores sobrados, mayores, vagos, un seleccionador que no tiene ni idea, que tenía que haber llevado a tal o cual...
Como veis, no somos ajenos a la actualidad deportiva (por cierto, enhorabuena a Rafa Nadal y suerte para su gran amigo Gasol, a ver si se pone otro de esos anillos de gangsta macarra) y por ello nuestro bizarro final de programa es un homenaje al deporte rey.
Pero antes, durante las dos horas de programa tenemos un montón de cosas buenas. Actualidad musical, novedades discográfica y una charla larga y entretenida con un nuevo grupo salido de la cantera madrileña: Magnética.
Los chicos de Magnética nos presentan las canciones de su debut "Maida Vale". Pronto les tendréis en los escenarios de media España. Antes pasan por La Hora de Xavi y Pac.
Y además, inauguramos nueva sección: ¿A qué te suena esto? Tendréis que escuchar el programa para saber de qué va el tema.
Como siempre, lo tenéis fácil. Podéis escucharlo en estos enlaces:
La Hora de Xavi y Pac #303 (I) 7-6-10 o en iTunes
La Hora de Xavi y Pac #303 (II) 7-6-10 o en iTunes
Ya huele a césped recién regado, al cuero de las botas, se palpan los nervios antes de salir al campo, se oye el bullicio, las trompetas, los tambores... El Mundial de Sudáfrica ya está aquí y por primera vez tenemos a España como una de las favoritas al campeonato.
Miedo me da. Estamos demasiado ilusionados después de ganar la Eurocopa y aunque no es para menos, no está de más ser un poco prudentes y pensar que ganar estos torneos es harto difícil. Así que si otra vez caemos en cuartos como en el pasado no empecemos a decir que tenemos unos jugadores sobrados, mayores, vagos, un seleccionador que no tiene ni idea, que tenía que haber llevado a tal o cual...
Como veis, no somos ajenos a la actualidad deportiva (por cierto, enhorabuena a Rafa Nadal y suerte para su gran amigo Gasol, a ver si se pone otro de esos anillos de gangsta macarra) y por ello nuestro bizarro final de programa es un homenaje al deporte rey.
Pero antes, durante las dos horas de programa tenemos un montón de cosas buenas. Actualidad musical, novedades discográfica y una charla larga y entretenida con un nuevo grupo salido de la cantera madrileña: Magnética.
Los chicos de Magnética nos presentan las canciones de su debut "Maida Vale". Pronto les tendréis en los escenarios de media España. Antes pasan por La Hora de Xavi y Pac.
Y además, inauguramos nueva sección: ¿A qué te suena esto? Tendréis que escuchar el programa para saber de qué va el tema.
Como siempre, lo tenéis fácil. Podéis escucharlo en estos enlaces:
La Hora de Xavi y Pac #303 (I) 7-6-10 o en iTunes
La Hora de Xavi y Pac #303 (II) 7-6-10 o en iTunes
sábado, junio 05, 2010
Toledo, el Corpus y los Sunday
Toledo lucía sus mejores galas la noche del pasado miércoles. Estandartes y tapices decoraban los balcones de las casas y es tradición echarse a la calle para contemplar tan vistosa combinación. Noche grande para festejar y en la que todo el papel se había agotado para despedir como se merecen a unos ilustres paisanos (en concreto era la penúltima ocasión de verles en su ciudad, ya que repetirían la jornada siguiente).
Jugaban en casa y eso se notaba. Así, Jero hizo mención a lo especial que era para ellos esta cita, tocando ante gente que realmente conocen ("sabes quién se emborrachó el otro día o la que se ha quedado embarazada", añadió).
Por eso, no importó siquiera que el recinto, el Círculo de Arte (una antigua iglesia mudéjar reconvertida en lugar de conciertos), no sea precisamente un dechado de virtudes acústicas. Más bien lo contrario, el efecto bola de ruido es lo que predomina. Pero hasta eso se perdona cuando se trata de despedir como se merecen a los toledanos Sunday Drivers.
Me quedo con el llenazo, el calor sofocante, la sensación de estar viviendo una noche especial, ver a público extremadamente joven cantar todas las canciones del grupo, a la propia banda arrasando con temas como "Do it", "On my mind" o "Little heart attacks", evidenciando que están en el mejor momento de su carrera.
Fue este tema el penúltimo en sonar, hasta despedirse del todo con "Rainbows of colours", con una sala abarrotada devolviendo fervorosamente a estos hijos ilustres de la ciudad todo lo bueno que les han dado.
Toledo lucía sus mejores galas la noche del pasado miércoles. Estandartes y tapices decoraban los balcones de las casas y es tradición echarse a la calle para contemplar tan vistosa combinación. Noche grande para festejar y en la que todo el papel se había agotado para despedir como se merecen a unos ilustres paisanos (en concreto era la penúltima ocasión de verles en su ciudad, ya que repetirían la jornada siguiente).
Jugaban en casa y eso se notaba. Así, Jero hizo mención a lo especial que era para ellos esta cita, tocando ante gente que realmente conocen ("sabes quién se emborrachó el otro día o la que se ha quedado embarazada", añadió).
Por eso, no importó siquiera que el recinto, el Círculo de Arte (una antigua iglesia mudéjar reconvertida en lugar de conciertos), no sea precisamente un dechado de virtudes acústicas. Más bien lo contrario, el efecto bola de ruido es lo que predomina. Pero hasta eso se perdona cuando se trata de despedir como se merecen a los toledanos Sunday Drivers.
Me quedo con el llenazo, el calor sofocante, la sensación de estar viviendo una noche especial, ver a público extremadamente joven cantar todas las canciones del grupo, a la propia banda arrasando con temas como "Do it", "On my mind" o "Little heart attacks", evidenciando que están en el mejor momento de su carrera.
Fue este tema el penúltimo en sonar, hasta despedirse del todo con "Rainbows of colours", con una sala abarrotada devolviendo fervorosamente a estos hijos ilustres de la ciudad todo lo bueno que les han dado.
martes, junio 01, 2010
Aguantando el tipo
"Mientras siga vivo no podrán conmigo, mientras siga vivo soy el rey del mundo" cantan Maga en "Hoy", una de las canciones incluidas en su último disco. Más que una simple frase, toda una declaración de intenciones del momento que vive la banda. Sus detractores pueden decir que vivieron tiempos mejores o que su última entrega necesita demasiadas escuchas. Pero estos sevillanos siguen haciendo gala de un discurso sincero y siempre convincente. Como el que desplegaron hace pocas fechas en la sala El Sol.
Una noche que arrancó con vistazo al pasado, con "Una piel de astracán", augurando que iban a dar oportunidad a temas de toda su discografía hasta la fecha y que precisamente las más míticas iban a ser las encargadas de encender al respetable a lo largo de toda la noche.
Pero antes de eso, lógicamente, fue su más reciente CD "A la hora del sol" el eje vertebrador de toda la actuación. Así, sonaron por ejemplo la dinámica "Hasta despertar", la melancólica "Silencio" o la lírica "Sí pero no lo soy", superando algún que otro problema con la colocación de la cejilla.
Lo inesperado llegó después en forma de colaboración: Juan Aguirre de Amaral (Eva estaba también entre el público) tocó la eléctrica en una renovada versión de "Medusa".
Con el single "Sal y otras historias" la formación volvió a ser cuarteto (les acompañaba también un teclista esa noche), completándose el vistazo a su más reciente publicación con "La balsa" y toda la carga simbólica de "Hoy", que puso fin a la primera parte del concierto, aunque antes del bis también llegó otro tema mítico como "Diecinueve".
Su vuelta a escena fue aprovechada por Miguel para interpretar "Astrolabios" solo con su guitarra y los teclados, una remozada y mejorada versión de "Despide", mucho más guitarrera y "Agosto esquimal" ya con el respetable totalmente entregado.
Tanto, que fue unánime la reclamación para que volvieran, algo que hicieron para dejar "Piedraluna" el último tema de la noche, dejando nuevamente esa sensación de magia que tienen sus conciertos.
"Mientras siga vivo no podrán conmigo, mientras siga vivo soy el rey del mundo" cantan Maga en "Hoy", una de las canciones incluidas en su último disco. Más que una simple frase, toda una declaración de intenciones del momento que vive la banda. Sus detractores pueden decir que vivieron tiempos mejores o que su última entrega necesita demasiadas escuchas. Pero estos sevillanos siguen haciendo gala de un discurso sincero y siempre convincente. Como el que desplegaron hace pocas fechas en la sala El Sol.
Una noche que arrancó con vistazo al pasado, con "Una piel de astracán", augurando que iban a dar oportunidad a temas de toda su discografía hasta la fecha y que precisamente las más míticas iban a ser las encargadas de encender al respetable a lo largo de toda la noche.
Pero antes de eso, lógicamente, fue su más reciente CD "A la hora del sol" el eje vertebrador de toda la actuación. Así, sonaron por ejemplo la dinámica "Hasta despertar", la melancólica "Silencio" o la lírica "Sí pero no lo soy", superando algún que otro problema con la colocación de la cejilla.
Lo inesperado llegó después en forma de colaboración: Juan Aguirre de Amaral (Eva estaba también entre el público) tocó la eléctrica en una renovada versión de "Medusa".
Con el single "Sal y otras historias" la formación volvió a ser cuarteto (les acompañaba también un teclista esa noche), completándose el vistazo a su más reciente publicación con "La balsa" y toda la carga simbólica de "Hoy", que puso fin a la primera parte del concierto, aunque antes del bis también llegó otro tema mítico como "Diecinueve".
Su vuelta a escena fue aprovechada por Miguel para interpretar "Astrolabios" solo con su guitarra y los teclados, una remozada y mejorada versión de "Despide", mucho más guitarrera y "Agosto esquimal" ya con el respetable totalmente entregado.
Tanto, que fue unánime la reclamación para que volvieran, algo que hicieron para dejar "Piedraluna" el último tema de la noche, dejando nuevamente esa sensación de magia que tienen sus conciertos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)