Semos asín


Pues sí, qué pasa. En España somos unos cachondos mentales y nos gusta la fiesta más que otra cosa. Y la pachanga. Y el bailecito. Y pasarlo en grande. Y Eurovisión nos importa tres pimientos y nos parece una estupidez de festival. Por eso no debería extrañarle a nadie que si TVE decide abrir a todo el mundo las votaciones para nuestro representante en este festival salga como artista elegido un personaje creado ex profeso para la ocasión, como es el Chikilicuatre.

Yo, sinceramente, acabé encantado con la elección de este artista. Claro que me hubiera gustado que saliera La Casa Azul, porque está mucho más cerca de mi universo musical. Pero quitando a Guille, el Chikilicuatre me representa mucho mejor que cualquiera de los demás artistas que se presentaron y también que cualquier artista de los que se han presentado a Eurovisión representando a España durante las décadas que me contemplan.

Tanto el personaje de Chikilicuatre como la canción "Baila el Chiki chiki" no dejan de ser un chiste y así me lo tomo. Y si los españoles somos tan cachondos de querer ver a este tipo en Eurovisión, le votamos. Claro que sí. Si aquí hemos venido a reírnos. Y de nosotros mismos los primeros.

Y ojo. Para las voces que tanto critican al Chikilicuatre y denostan su imagen, al que acusan casi de haber mancillado el honor de los españoles, para todos esos, con el señor Uribarri al frente, les diría que no fue por casualidad que 14 millones de españoles, que se dice pronto, se sentaran delante de la televisión para ver la actuación del nuevo fenómeno de masas que se ha inventado el gran Andreu Buenafuente.

Y no solo ha batido récord de audiencia, demostrando que nos sentimos más identificados con personajes como este que con la Rosa de España o las Ketchup -¡Dios mío! Es que miro la ristra de "artistas" que nos han representado en años anteriores en Eurovisión y casi me dan ganas de llorar-, sino que ha logrado el mejor puesto para España de los últimos cinco años.

Para terminar quiero decirles a todos los que han criticado al Chikilicuatre y a TVE por haber permitido su participación, que se la ganó democráticamente, que Eurovisión es una pamplina tan grande como el "Chiki chiki", donde los votos se rigen por criterios políticos y económicos, razón por la que todas las ex repúblicas soviéticas votaban por Rusia, Ucrania y Azerbayán, Bosnia por Serbia y Andorra por España.

Así que menos tonterías y a reírse.

La delgada línea roja


"Dos caminos, uno muy grande y el otro más chico, dos caminos, no son iguales pero da lo mismo" cantaban en los 60 dentro de una de sus canciones Fórmula V, oportunamente versioneada en los 90 por los magistrales El Niño Gusano. Pues es cierto, hay dos caminos, y depende de cuál elijamos puede que, a pesar de lo que reza la canción, el resultado no sea siempre el mismo.

Por ejemplo, es muy diferente transitar por la senda de la comercialidad más "mainstream" que hacerlo por la independencia más "underground". Ambas fórmulas son perfectamente válidas pero siempre habrá quien esté dispuesto a vender su alma al diablo por un puñado de éxito en detrimento de la presumible calidad que pudiera atesorar.

Hecha esta libre reflexión, meramente introductoria, me meto en materia para contar que hay vida más allá del "indie". Porque si no, quién me iba a decir que en este blog iba a salir El Canto del Loco, con motivo de ser uno de los grupos del cartel del festival Rock in Río.

La cosa ocurrió más o menos así: el lunes los componentes de esta banda eran el reclamo de una visita al recinto festivalero, una infraestructura que se ha dado en llamar Ciudad del Rock y que está todavía a falta de más de un retoque.

Con uno de los músicos causando baja por gripe (según la versión dada por sus propios compañeros) y el entusiasmo justito que debe suponer para unas estrellas estar un lunes al mediodía en una explanada perdida de Arganda del Rey, la cosa podía salir bien o no salir de ninguna manera. Y la verdad es que el resultado fue más bien tibio.

Durante los últimos años hemos tenido la oportunidad de entrevistar a un gran número de grupos, casi todos del circuito denominado "independiente", pero también a artistas de otras esferas más populares como Alaska, Jaime Urrutia (Gabinete Galigari), Javier Andreu (La Frontera) y alguno más, y no recuerdo haberme encontrado nunca con un discurso tan poco convincente.

Dicho sea de paso que promocionar las supuestas excelencias de un recinto festivalero no debe ser lo que más le motive a uno a la hora de hacer declaraciones, pero a veces no son solo las palabras, sino también la actitud la que transmite el vacío absoluto.

Y eso es lo que me transmitieron ellos. Ojo, salvo de la quema al bajista, aparentemente el más puesto en música más allá de la comercialidad y el único capaz de hablar como una persona normal y no como una especie de "perdonavidas", del mismo modo que lo aplicado anteriormente no es un ataque a las bandas que venden masivamente sino a la imagen que algunas pueden proyectar en la cercanía.

Ya para terminar de forma más amable, aquí va un documento gráfico que demuestra la expansión del programa por tierras castellanomanchegas. Ya sabía yo que nuestras andanzas por los vecinos campos de Almagro habían dejado huella. Un abrazo para todos los de Bolaño.

¿Se cargan Radio 3?


El lunes de la semana pasada El País publicaba esta noticia en su edición digital que hizo que me llevara las manos a la cabeza. Resulta que la nueva dirección de Radio 3, con Lara López al frente, planea cambiar radicalmente el estilo de la emisora para adecuarla a fines más comerciales.

La idea es, siempre según el diario El País, cargarse programas como Siglo XXI, Discópolis, Disco Grande... y reemplazarlos por magacines, en los que se supone que también tendrá cabida la música pero en los que no será hilo conductor.

La noticia me entristece notablemente pues si solo teníamos una emisora nacional como oasis donde tenían cabida artistas con poca comercialidad, artistas sin apoyo de grandes discográficas, con propuestas arriesgadas, una emisora en la que se primaba el valor cultural, ya fuera en música, en cine o en literatura, ahora ya no podremos acudir a ningún sitio.

Quieren reemplazar programas como Peligrosamente juntas o Música es 3 por un programa despertador conducido por Manel Fuentes...

En fin, que desde La Hora de Xavi y Pac queremos mostrar nuestro más profundo desencanto con la nueva dirección de Radio 3 y las ideas que traen. Y para más inri, quien quiere llevar a cabo la mencionada renovación de Radio 3 es la directora de "Músicas posibles", posiblemente uno de los programas de la emisora pública más minoritarios. Si usted estaba convencida de que había que dar un giro hacia la comercialidad en Radio 3, ¿por qué no empezó por su propio programa?

Solo nos queda la esperanza de que Diego Manrique pueda hacer recapacitar a la dirección de RNE.

Al Low Club On Stage por la cara


Esto es lo que podéis conseguir todos aquellos que contestéis correctamente a alguna de las preguntas que formulamos un poco más abajo y que tienen que ver con los grupos invitados el próximo jueves a una nueva edición, la sexta ya, del Low Club on Stage.

La cita es en la sala Heineken de Madrid y las actuaciones comienzan a partir de las nueve de la noche. Sorteamos 15 invitaciones dobles, cinco por cada uno de los grupos, y para ello solo hay que contestar a alguna de las tres preguntas que tienen que ver con cada una de las bandas. Esta semana además lo hemos puesto bien fácil.
¡Suerte!

TACHENKO
¿En qué número de edición anterior del Low Club On Stage actuaron ya los zaragozanos?

FACTO DELAFÉ Y LAS FLORES AZULES
¿En qué banda sonora de película han incluido alguna de sus canciones?

CLOVIS
¿A qué banda de Nueva York y grandes amigos han estado teloneando recientemente en La Riviera?

Las respuestas, como siempre, al correo electrónico.

¡Hey, mamá!



Con la resaca aún de la presentación de la serie Madmen, estrenada en CANAL+, y con el Atlético jugándose la plaza de Champions en Montjuic fuimos hacia La Riviera para asistir al concierto de James.

Los británicos venían a presentar su último disco, "Hey Ma", que tiene momentos realmente buenos como "White boy" o "Of monsters and heores and men" -aunque esta segunda, de tintes velvetianos, no cayó en el concierto. Este nuevo disco podría ser una mezcla entre el sonido cálido de "Laid" (1993) y la grandiosidad del "Millionaires" (1999), aunque también tiene momentos un poco más sombríos.

Pasadas las 21.45, el septeto, con Tim Booth al frente asistido por una muleta, salía a escena ante una sala con tres cuartos largos de aforo y con un público entregado desde el minuto uno. Ante el espanto de concierto que vimos unos días antes con Nada Surf como protagonistas en esta misma sala, estábamos muy temerosos por el sonido que podrían sacar los técnicos, pero lo cierto es que sonó, al menos desde la posición en la que me encontraba, aceptablemente bien.

El concierto arrancó con una mirada al pasado. "Born of frustration" fue la encargada de dar el pistolezado de salida y a ésta siguió "Come home", logrando tocar desde el primer momento la vena sensible de los treinteañeros nostálgicos que poblaban la sala.

"Oh my heart" fue el primer tema que cayó del nuevo disco y lo cierto es que el público se lo conocía como cualquier clásico de la banda. Lo cierto es que James sabe manejar muy bien los tempos de las canciones, los parones, los in crescendo y los uuuuhs y ooooohs que siempre corea el respetable.

Si no recuerdo mal, fue después del tema "She's a star" cuando todo el mundo comenzó a corear un oe oe oe que seguro que puso el vello de punta a los mancunianos. Tim Booth, con una mirada entre felicidad y asombro por la reacción del público, se llevaba las manos al corazón para agradecer el entusiasmo de la gente.

Andábamos ya en la recta final del concierto cuando un contenido Booth (se echaron de menos sus bailes eléctricos pero la lesión que padece le limitaba en el escenario a mover sinuosamente la cabeza sentado en un taburete) presentó otro de esos clásicos de los ingleses: "En esta gira no solemos tocar este tema, pero hoy lo vamos a hacer para vosotros porque estoy sentado". En cuanto dijo las palabras "Sit down" todo el público gritó enfervorecido.

Tras ella, "Sound" y luego "Tomorrow", uno de los temas compuestos junto a Brian Eno, ponían el final a una primera parte que Tim Booth despedía feliciando a los madridistas por el título de Liga.

Pero sin duda lo bueno estaba aún por venir. El grupo se había reservado la tralla para los bises. De vuelta al escenario el inicio reposado del "Getting away with it" devolvía la excitación a los asistenes. Después sonó el tema que da título a su nuevo trabajo, "Hey Ma", un single en toda regla y, pasadas las 23.20 Tim Booth anunciaba la última canción... "or maybe not", dijo sonriente.

Y comenzaron las primeras notas de "Sometimes". Con este tema se vivió el momento más épico del concierto cuando la banda dejó de tocar y el público, al tempo marcado por el bombo de la batería, coreaba, acompañando con palmas, esos versos "sometimes I look in your eyes and I see your soul". Cuando el bombo paró el público siguió llevando el ritmo con las palmas pero fue acelerando cada vez más, como cuando el delantero de tu equipo va a lanzar el penalti decisivo.

Fue en ese momento cuando el cantante se acercó a su guitarrista y claramente se pudo ver cómo le decía: "We do it". Y lo hicieron. En seguida comenzó a sonar la guitarras acústica seguida de ese redoble de batería tan característico de "Laid", uno de los más grandes éxitos de la banda que sirvió de canción de despedida y para que el público se vaciara del todo.

No hubo tiempo para más y "Say something", la canción que estaba planeada como broche del concierto, no fue interpretada.

Os dejo con un video que recogió un aficionado en el que podéis comprobar la respuesta del público en varios momentos del concierto.

Benicassim, prepara tus camisas para 'Mozzer'


El FIB acaba anunciar su último fichaje estrella para esta próxima edición: Morrissey, que repetirá en el festival levantino después de su primera y esperadísima visita de hace dos años.

El bueno de 'Mozzer', si bien no es el estilizado mozalbete de hace décadas y su voz, como su figura, han sufrido algún deterioro que otro, sigue siendo un valor fijo. Más si cabe si sigue echando mano del legado de The Smiths, como hizo en su anterior paso por el escenario castellonense, donde derrochó clásicos de los de Manchester y también cambios de vestuario.

Por cierto, que quien no pueda verle en Benicassim, tendrá su oportunidad en el Saturday Night Fever que este festival organiza en Madrid. Por ahora, camiseros de Benicassim (y por ende de Madrid), vayan preparando un buen surtido. Vuelve Morrissey.

Felicidades

En este blog de vez en cuando hablamos de fútbol y de nuestro Atleti, así que creo que es de recibo felicitar a todos los madridistas por el título conseguido. Desde luego, ha sido el equipo más fuerte del campeonato.

Felicidades.

El peor lugar del mundo para dar un concierto


El martes pasado, mientras el Barcelona caía en las semifinales de la Champions ante el Manchester, en La Riviera, muy cerquita de nuestro querido Vicente Calderón, un grupo con categoría de Liga de Campeones como son los neoyorquinos Nada Surf presentaban de nuevo en Madrid su último disco, "Lucky".

Lo de Nada Surf en La Riviera fue un poco como el partido del Barça, un quiero y no puedo. Pasaron por Madrid el 14 de febrero y presentaron "Lucky" en una Sala Heineken completamente abarrotada. Cuando escribí aquella crónica ya advertía de que el sonido de la sala, horroroso, jugaba en contra del trío americano. Sin embargo, el grupo logró vencer ese contratiempo y en la parte principal de la platea justo delante del escenario el sonido era bastante decente y firmaron un conciertazo en toda regla.

El del pasado martes en La Riviera tuvo un sonido espantoso, incluso peor que en la Heineken. Había que volver a Madrid y a un emplazamiento de mayor aforo, ante la demanda que tuvo el anterior concierto, pero La Riviera es una auténtica trampa para los grupos.

Entré al inicio de la actuación de nuestros amigos de Clovis -a los que tuvimos en el último programa presentándonos "Bajo la influencia"- y ya el sonido asustaba. Pero uno siempre piensa que cuando salga el cabeza de cartel la cosa se va a arreglar.

Con la salida de Nada Surf estaba bien colocado, frente al escenario, unos metros por delante de la mesa de sonido, centrado... En teoría estaba en el mejor sitio para que me llegara el mejor sonido pero no.

En seguida decidí retrasarme unos metros y la cosa no se arreglaba. Terminé yéndome atrás del todo, en una localización donde los graves del bajo no se comían el resto de instrumentos, pero aún así no mejoraba nada.

En la segunda canción un acople continuo hizo que el propio Dani Lorca dejara de tocar su bajo en medio del tema y mirara a los técnicos sobre el escenario con los brazos abierto como diciendo "¿es que no vais a arreglar esto?".

Por lo demás, el setlist fue prácticamente el mismo que en Heineken -con alguna canción de menos- así que os invito a leer la crónica de entonces, para la que estaba mucho más motivado que para esta, todo hay que decirlo.

A pesar de la entrega de los músicos el concierto no logró remontar el vuelo afectado para la mala sonoridad de la sala. Y es que ya lo sabíamos de antes: La Riviera es el peor sitio del mundo para dar conciertos. A ver cómo sale el de James la semana que viene.

Me quedo con el recuerdo del anterior concierto y con la esperanza de que en Benicàssim el sonido sea algo mejor -otro reto, por cierto-.

[Hoy quiero lanzar un saludo al núcleo de lectores asturianos, que siempre han estado ahí, pero desde el fichaje de FDR ha aumentado la asiduidad de sus entradas, especialmente... ¡esos médicos!]