sábado, febrero 27, 2010

Cambio de ritmo


The Fiery Furnaces se dejaban caer por primera vez en un escenario madrileño, de ahí la expectación que suscitó la cita del pasado martes en Moby Dick. Si sus discos ya despiertan una curiosidad enorme, el saber cómo se las gastan en directo era la incógnita a despejar esa noche.

Para empezar nos encontramos a los dos hermanos de apellido Friedberg, Eleanor y Matthew, acompañados de dos músicos más encargados del bajo y la batería. Ausencia por tanto de teclados y cualquier otro tipo de aderezo melódico, con lo que las versiones de las canciones resultaron mucho menos adornadas que en sus discos.

Lo que no se dejaron en casa fueron la seña de identidad de sus canciones: textos cotidianos extralargos (que ejecuta con precisión la hermana del grupo, cerca en ocasiones del rapeado) y canciones compuestas de diversas retazos, a modo de pequeñas óperas pop, en donde realmente sorprenden al que escucha con los cambios de ritmo.

Los hermanos se mostraron discretos sobre el escenario, apenas algunas intervenciones para agradecer la presencia a sus dos músicos de apoyo o para reconocer un incipiente dolor de garganta en el caso de ella.

Hubo quien quiso venderlos en su día como una reencarnación de los White Stripes (el modus operandi de hermanos es lo que tiene), pero nada que ver. The Fiery Furnaces son más rara avis dentro de la escena independiente neoyorquina. Por eso, ocurre como con los cuadros abstractos. Los miras, los miras, pero si no los entiendes no terminas de saber realmente si te gustan.

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