martes, marzo 31, 2009

El éxito está en la sencillez



Es curioso cómo un artista puede reinventarse. Mucho ha llovido desde que el “Chup chup” encumbrara a Australian Blonde a abanderados del indie nacional. Tanto tiempo ha pasado y tanto hemos cambiado, que diría la canción, que sorprende echar la vista atrás y ver cómo ha evolucionado la música de Fran Fernández, ahora Francisco Nixon.

Nixon presentaba el pasado 28 de marzo en la Sala El Sol las canciones de su segundo disco en solitario, “El perro es mío”, carrera que compagina con la de Australian Blonde, a punto de echar el cierre, y la de La Costa Brava, tristemente desaparecidos tras el fallecimiento de Sergio Algora.

La evolución que ha llevado en su carrera nos hace pensar que los seguidores que siguen a Nixon son cosecha propia, trabajados desde el primer minuto y ganados a base de humildad, naturalidad y buenas canciones. Pocos deben de quedar de la época de los Australian Blonde, pues ahora la música del gijonés se mueve en paisajes completamente distintos y un tanto alejados de aquella música de los 90.

Pop en castellano, sin grandilocuencias y narrador de historias cotidianas. Quizás toda esta sencillez es la que ha llevado a Nixon a cosechar un público quizás no excesivamente numeroso pero sí muy fiel, como demostraron en su concierto madrileño.

Poco a poco fueron cayendo las canciones de su segundo largo duración aunque casi el protagonismo se lo llevó el debut en solitario de Fran, “Es perfecta”. Así, junto a canciones como “Erasmus borrachas” o “Museo británico” se intercalaban temas como “Vagamos por las calles”, “Luna de miel a escondidas” o “Nadia”.

Me resulta curioso que uno emprenda una carrera en solitario y en sus discos incluya canciones que no cante o que no estén escritas por él, aunque quizás también la suerte de hacer una carrera en solitario es que te permite hacer lo que quieras. Y si lo que quieres es que el amigo Richi de La Costa Brava se cante un temita, pues fenómeno. Y si encima el tema es como “Banderas rojas”, pues mejor que mejor. Así debía pensar Fran que no solo incluyó este tema en su disco sino que dejó que fuera Richi quien cerrar la noche con la mencionada canción.

No hay concierto que se precie sin bises y en esta ocasión no es que hubiera bises sino que éstos vinieron a significar casi otro concierto. Nada de dos o tres canciones. ¡Hasta seis temas! cayeron en los bises.

Salieron solo Fran y Richi. Fran reconoció que aún no se había aprendido sus nuevas canciones… y que por eso interpretarían algunos temas de La Costa Brava, lo que provocó la algarabía de los presentes.

“El cumpleaños de Ronaldo”, “Amor bajo cero”, “Adoro a las pijas de mi ciudad” (que se llevó las mayores ovaciones) y “Treinta y tres”, fueron la selección de temas costrabavísimos que cayeron. Tras ellos, el hit “Elígeme”, incluido en “Es perfecta”, y el cierre habitual de los conciertos de La Costa Brava, la versión del clásico de Julio Iglesias “La vida sigue igual”.

Luces encendidas y nadie sobre el escenario, pero de allí nadie se movía. Era de uno de esos conciertos que la audiencia no quiere que se acabe y estira hasta el máximo el chicle por si acaso el artista vuelve a salir… como así fue. Y para el rebis, “Olímpicos”, con un público absolutamente entregado.

Esta vez sí parecía la última. De nuevo encendido de luces, comienza el dj a pinchar… pero de allí nadie se mueve y al grito de “otra, otra”, vuelve a salir a escena Fran junto a Richi para cerrar la velada con “Copas de yate”, a petición de los fans de la primera fila.

Absolutamente emocionante el concierto que vivimos para la presentación de “El perro es mío” y con el recuerdo en la retina de vivir momentos emotivos y naturales como en pocos conciertos. Quizás en eso está la magia de Fran y su capacidad de regenerarse musicalmente, en su facilidad para tocar al oyente, para llegarle, para hacerle sentir partícipes de las historias. El éxito está en la sencillez.

1 comentario:

Anónimo dijo...

como desafinan las perras