domingo, enero 25, 2009

Sin esconderse


CatPeople no quieren jugar al escondite con su segundo disco, “What’s the time, Mr. Wolf?”. Todo lo contrario, lo que buscan es que se les vea bien. Y seguro que lo consiguen si la presentación del disco es como la actuación que vimos el pasado 24 de enero en La Casa de América de Madrid. Un sitio especial, para el arranque de una gira especial, con un concierto especial.

En un set poco habitual, solo para sitios y momentos muy escogidos, los vigueses CatPeople presentaban a modo de aperitivo y en formato electro-acústico (la presentación oficial será en abril en la sala Heineken) su segundo disco ante un auditorio completamente lleno.

Lejos de atenazarse ante el silencio sepulcral que había en la sala, los músicos supieron desenvolverse como pez en el agua, invitando a los asistentes a participar del concierto con palmas y coros, a la vez que rompían con algún comentario la seriedad que colmaba el ambiente.

Adrián, cantante de la banda, explicaba antes de interpretar “Looks like dogs” que lo que estábamos viendo en esa actuación era una vuelta de tuerca más a su disco. Las mismas canciones con distintos ropajes.

Poco a poco fueron cayendo los temas de “What’s the time, Mr. Wolf?” ante un público cada vez más atento, más entregado y más emocionado. “Sister” y “Golden Swan” sonaron grandilocuentes en el nuevo formato pero fue “Radio”, uno de los grandes éxitos de su debut “Reel #1” el que consiguió arrancar el acompañamiento del público con las palmas.

Llamó la atención la nueva presentación de “House of love”, una de las grandes canciones de su segundo disco, a la que le dieron un toque casi jazzísitico, de café salón, con el protagonismo centrado en el chorro vocal del frontman. Y antes de retirarse por unos minutos, una versión: sorprendieron con una versión de Nine Inch Nails, “Hurt”, aunque a lo Johnny Cash, estilo mucho más cercano al de los gallegos.

Para terminar, reservaron para los bises “Goodbye angel” y “Mexican life”, con la que el electro-acústico fue un poco menos acústico y un poco más eléctrico, superando la contención de los músicos sentados en sus banquetas y acando de pie, como terminó el público para agradecer cálidamente el regalo de CatPeople.

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