
Paul Newman sabía que le quedaba poco tiempo y quería terminar su vida en la intimidad de su casa y con su mujer, por ello hace unos días solició el alta del hospital donde desde hacía un tiempo era atendido por un cáncer.
"Su arte era la actuación. Su pasión, las carreras. Su amor, su familia y amigos. Y su corazón y su alma los dedicó a contribuir a que el mundo fuera un lugar mejor para todos". Con estas palabras anunciaba la Newman's Own Foundation el fallecimiento de uno de los mejores actores de la historia del celuloide.
Paul Newman consiguió su primer éxito en el cine en 1958, con la llegada del color a Hollywood (no podía ser de otra forma, de lo contrario las damas no habrían caído rendidas a los encantos de sus ojos azules). "Un largo y cálido verano" fue la película que le dio el premio al mejor actor en el Festival de Cannes y que supuso su encuentro con la actriz Joanne Woodward, que se convertiría en su segunda esposa y la que le acompañaría hasta el final de su vida.

Tardó cinco décadas en conseguir su primer Oscar. Fue en 1986 cuando recibió una estatuilla honorífica a su carrera. En 1987 le llegaba por la película "El color del dinero", en la que Martin Scorsese rescató al jugador de billar Fast Eddie Felson, al que había interpretado en "El buscavidas".
Con él se nos va uno de esos actores que marcan época, que tienen un estilo propio y definido, que crean escuela, uno de los clásicos que ya casi no quedan.
Hasta siempre Paul.
[Con información de www.elpais.com]
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