Una del oeste y tres españolas
Como si en una sesión cinematográfica continua de las de antes se tratara, en el lapso de tres días nos vimos cuatro producciones. Todas nacionales, a pesar de lo que reza el título de la entrada, aunque una de ellas con inequívocos aires del "far west".
Esta última venía protagonizada por cuatro gallegos que ahora destilan rock de herencia clásico-americana pero que en sus comienzos bebían del punk y la nueva ola británicas: los incombustibles Siniestro Total.
Fue un concierto no previsto en la agenda pero muy satisfactorio, sobre todo desde el punto de vista nostálgico. Y es que, tras una primera parte dedicada a su última entrega "Country & Western", lo mejor llegó a continuación cuando repasaron sus éxitos de antaño.
Cuántos recuerdos de himnos de adolescencia en tan pocos minutos. Valga esto como ejemplo, pero hubo muchos más:
Que su socarrona actitud y la hilaridad buscada de sus textos no tapen lo esencial: estamos ante una de las bandas míticas de nuestro país y de las pocas que sobreviven dignamente de los ochenta. Se les nota el callo de tocar sobre el escenario y hay mucho que aprender de ellos. Gran concierto.
Y dos noches antes, el jueves pasado concretamente en ese nuevo espacio para la música en Madrid que es la bautizada como Rock Kitchen, Máximo y Cristina de Intromusica/Low nos tenían preparada una nueva velada con triple cartel nacional.
Para abrir boca, Francisco Nixon con banda completa. Eso quiere decir que, además de su inseparable Ricardo Vicente, le acompañaba también la sección rítmica para la ocasión. En su rato de actuación dejó varias de las perlas que podemos encontrar en sus dos trabajos en solitario. Y, aunque quizás la acústica de la sala y la afinación de las voces no reunían las mejores condiciones, sí hubo momentos destacables como el rescate de ese ya clásico del pop español que es "Treinta y tres" y que nos hace recordar al mismo tiempo con nostalgia y orgullo a La Costa Brava.
A continuación (figuradamente, porque hubo un largo parón por medio), le llegó el turno a Niños Mutantes. Los de Granada se han labrado una destacada posición en la escena nacional a base de una discografía siempre interesante. Y el directo también es uno de sus fuertes, por lo que la larga actuación no decayó en ningún momento.
Hubo de todo y para todos: desde "Veneno polen" y "Katherine" para los de la "época heroica" hasta la versión del "Como yo te amo" que parece ser ha engachado a nuevos seguidores al grupo aunque a algunos canse un poco ya. Al igual que hace unos meses en la sala Heineken, también hubo una interpretación coral en "La voz".
Lo extenso de la actuación de los Mutantes y un parón aún más largo que el anterior provocó que La Habitación Roja, los encargados de cerrar, no comparecieran hasta bien cerca de la una de la madrugada. Una hora demasiado tardía como para disfrutar de apenas tres canciones suyas. (Y sí, a pesar del gol de Iniesta, siguen tocando ésta).
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