jueves, noviembre 06, 2008

Wintercase cosecha joven


Parece que, tanto en el público como sobre el escenario, el festival Wintercase quiere rodearse este año de savia nueva. ¿Que hay crisis? Pues se rebajan los precios para hacerlos más asequibles a los bolsillos de los estudiantes. ¿Que los grupos veteranos o con caché no se ponen a tiro? Pues se apuesta por bandas en las que sus integrantes tienen pinta de acabar de cumplir la veintena, en el mejor de los casos.

La edición 2008 es sin duda la que menos nombres conocidos y contrastados ha reunido de todas las celebradas hasta la fecha. Por eso lo mejor es acudir a cada una de las citas con ganas de dejarse sorprender. Y eso es a lo que nos dispusimos este miércoles en la (me niego a denominarla sala de conciertos, porque o estás en la pista o tienes que hacer malabares para ver algo decentemente) discoteca Joy Eslava.

Un doble cartel integrado por los estadounidenses Ra Ra Riot y los británicos (a pesar del nombre) Los Campesinos!. Valgan como ejemplo estos últimos para comprobar por dónde van los tiros de este año.

Lo primero que llama la atención es que, con tan sólo un EP y un álbum publicados tienen tirón, vista la notable presencia del público y, como se pudo comprobar en muchos momentos, la entrega de la gente ante su música. Este joven septeto (cuatro chicos y tres chicas) donde todos, menos el batería, colaboran en las voces, dejó buenas sensaciones desde el arranque de la actuación, que vivió su primer gran momento con el cuarto de los temas, un vibrante "Death to Los Campesinos!".

A partir de ahí la sala se contagió del ritmo y energía destilada por este grupo, que ni siquiera el anuncio por parte de su cantante de la derrota europea del Real Madrid consiguió enturbiar. Y prueba de ello fue el éxtasis de muchos de los presentes durante la interpretación del, a tenor de lo visto, éxito que es "You! Me! Dancing!", sin duda la mejor canción de su discografía y de la noche.

Tras una escasa hora de actuación y pocos intentos de demostrar que aparte del nombre manejan algo más de vocabulario en castellano, se despidieron con "Sweet dreams, sweet cheeks", subiéndose encima de los monitores en exultante demostración de poderío juvenil (momentos antes el cantante se había dejado llevar en volandas por las primeras filas).

Fueron vanos los gritos de "otra, otra" porque la caída del telón evidenció que el concierto se acababa ahí. Directo entretenido el que nos dejaron Los Campesinos!, que atesoran en el contraste entre la voz pandillera de su solista (que por momentos recita más que canta) y la dulzura de los coros femeninos una de sus mejores virtudes, sin olvidar unas composiciones más maduras de lo que la fecha de nacimiento de sus carnets de identidad evidencia.

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